Una alternativa para la soberanía alimentaria
Proyecto de ciencia - Objetivos Desarrollo Sostenible 2030

Una alternativa para la soberanía alimentaria

17/10/2018
C

omo forma de continuar desarrollando el proyecto de ciencia iniciado el año pasado, en el que trabajamos sobre la elaboración de compost a partir de residuos orgánicos domiciliarios, para este 2019 nos planteamos como objetivo desarrollar un modelo de huerta urbana que contemple las limitaciones de acceso a la tierra que presenta nuestra ciudad.
Pero el espacio no debe ser visto como una limitación para tener una huerta urbana, ya que tener un pequeño patio o un balcón, donde haya luz solar, es suficiente para poder lograr el desarrollo de cualquier fruta o verdura orgánica. Se requiere de tiempo y dedicación para mantenerlas, pero el resultado es totalmente positivo. Al tener una huerta orgánica hay más plantas en los hogares, se ahorra dinero en las compras, ayuda a preservar el medio ambiente y gracias a ella se obtienen alimentos más sanos. De esta manera, producimos nuestro propio alimento y podemos disfrutar del sabor propio de los alimentos ya que no se utilizan ningún tipo de químicos ni tóxicos.
Además, al disponer de una huerta ejercitamos la paciencia en un mundo cada vez más impaciente, haciendo consciente la importancia de cultivar lo que sembramos.
Las huertas urbanas contribuyen con que se expanda la idea de la soberanía alimentaria (que cada uno elija como producir, elaborar y consumir sus propios alimentos) y esto aportaría a los ODS 2030, que entre sus 17 objetivos se encuentra el de acabar con el hambre.
Las necesidades básicas que requieren las plantas son simplemente agua, luz solar y nutrientes para fortalecer su crecimiento. Se debe controlar que no sufra ningún ataque por parte de la plaga y/o hongos que afectan a las plantas y en algunos casos pueden llegar a matarlas. La observación y la experiencia son básicas para conseguir éxito con los cultivos.
En nuestro caso, para economizar gastos, (y pensando en la regla de las 3 R) utilizamos macetas hechas con bidones de agua. Para la tierra, empleamos compost previamente hecho con residuos orgánicos (que estamos haciendo desde el año pasado en la escuela). Cultivamos semillas de morrones, tomates, cebollas, ajos y germinamos porotos. Elegimos dichos alimentos porque, al momento de investigar, encontramos que estos serían los que nos darían resultados más rápido.
Pronto les contaremos como nos fue con la germinación de los mismos.

(*)Escuela Julio Verne

Autor : Alumnos 3°ESO (*)
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