ste día, parte de Buenos Aires la expedición argentina que transitará por la costa oriental de Tierra del Fuego. Ramón Lista, “acompañado de Monseñor Fagnano, el médico cirujano de la Armada, Polidoro Segers, el capitán de Infantería José Marzano y veinticinco hombres de tropa, recorrerá por primera vez en la historia el camino entre el Cabo San Sebastián y Bahía Thetis, para luego navegar el Beagle hasta Ushuaia” (Ramón Lista. Viaje al país de los onas. Obras. Tomo 2).
La misión fue ordenada mediante un decreto firmado por el presidente Julio Argentino Roca.
Desembarcaron en la bahía San Sebastián y se dispusieron a explorar la región. Cuando se encontraron con un grupo de selk´nam se produjo una sangrienta e incomprensible acción represiva. Lista relató: "después de algunas descargas de carabinas, el matorral quedo a nuestro poder, y sobre las zarzas veintiocho muertos”.
Tres días después de la tragedia, la actitud de Lista fue distinta: “al llegar a un río que desagua en el Atlántico, una decena de millas del cabo de ese nombre (San Sebastián), nos encontramos exabrupto con una gran toldería de indios. Al vernos las mujeres y los niños vadearon el río, quedando los hombres en actitud defensiva, armados de arcos y flechas y parapetados tras de espesos matorrales”. Lista dispuso que se acercara Fagnano y Segers, con dos hombres “con charqui y galleta para repartir a los indígenas”.
A pesar del temor que ocasionaban los forasteros, los nativos se acercaron. “Gesticulaban y reían, y de pie delante de nosotros, nos examinaban con creciente curiosidad, tocaban nuestras ropas y objetos que llevábamos, incluso los revólveres, cuyo uso parecían ignorar, saltaban y hacían cabriolas (…) conseguí sí hacerlos bailar al son de la corneta, haciéndoles después repartir carne que devoraron sin perder de vista nuestras mulas, cuyos relinchos me pareció inspirarles serios temores”.
Los militares continuaron hacia el sur. De todos los sitios recorridos, Lista destacó la bahía del Buen Suceso, donde aconsejó que “indudablemente debe ser el asiento de la Sub – prefectura de la isla”.
Esta expedición “ha hecho adelantar mucho los conocimientos que teníamos sobre la extremidad sud de nuestro territorio, considerada generalmente como una región estéril, condenada a permanecer despoblada e improductiva, en medio del progreso general” (diario La Tribuna Nacional).
