l ciudadano boliviano que el martes fue deportado a su país desde la provincia de Tierra del Fuego, había abusado sexualmente en reiteradas ocasiones de una sobrina de 10 años, según confirmaron fuentes judiciales consultadas por EDFM.
Gonzalo Maldonado Paredes, de 31 años, fue condenado a 10 años de prisión por el delito de “abuso sexual agravado por acceso carnal, reiterado en número indeterminado de ocasiones”, según un fallo que dictó el Tribunal Oral en lo Criminal de Ushuaia el 26 de septiembre de 2014.
La justicia fueguina demostró que Maldonado Paredes, quien se dedicaba a tareas de plomería y tenía pareja, mantuvo una relación con su sobrina menor de edad desde febrero de 2013 a febrero de 2014, y que en ese período la trató como su “novia”, efectuándole regalos, comprándole ropa, y sosteniendo relaciones sexuales “por vía vaginal y anal”, indicaron las conclusiones de los juzgadores.
El hombre nacido en la ciudad de Cochabamba, “se aprovechó de su cercanía familiar con la niña” para manipularla y convocarla a encuentros periódicos y a “pasear en auto”.
De hecho, la madre de la menor fue quien realizó la denuncia penal luego de encontrar a su hija dentro del vehículo del imputado, una madrugada en que la menor se había escapado de su casa en Ushuaia, señalaron las fuentes.
La Dirección Nacional de Migraciones (DNM) dispuso en 2018 la expulsión, cancelación de la residencia y prohibición permanente de reingreso a la Argentina de Maldonado Paredes, aunque contra esa decisión, el condenado interpuso diversos recursos administrativos que fueron rechazados por la Justicia Federal con jurisdicción en el caso.
Con esos antecedentes, y tras verificar que ya había cumplido la mitad de la condena, el juez de Ejecución de Ushuaia, Manuel Isidoro López, autorizó el extrañamiento (la autorización de la Justicia para que salga del territorio) el pasado 1 de marzo.
Esa orden se cumplió esta semana, cuando el ciudadano boliviano fue primero trasladado el lunes a Buenos Aires en compañía de dos agentes del servicio penitenciario de Ushuaia y llevado al Consulado de Bolivia para tramitar un salvoconducto, dado que la cédula de su país se encontraba vencida y el DNI argentino quedó retenido porque se le revocó la radicación.
Finalmente el martes fue escoltado por integrantes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y desde el aeropuerto de Ezeiza tomó un vuelo a las 12.:40 con destino a Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, confirmó el Ministerio del Interior en un comunicado.
Por su parte el secretario de Seguridad de Tierra del Fuego, Javier Eposto, destacó ayer que los trámites de extradición de extranjeros desde la provincia se “agilizaron” en los últimos meses a partir de “distintos convenios” suscriptos con la Dirección Nacional de Migraciones.
“Hoy la comunicación es fluida entre las áreas y nos permite tener estos resultados. Nos preocupa mucho quienes vienen a la provincia a delinquir, especialmente cuando se tratan de casos aberrantes como estos”, afirmó Eposto.
