Un explorador australiano promueve el turismo antártico
EL 24 DE JULIO DE 1911

Un explorador australiano promueve el turismo antártico

24/07/2019
E

l explorador australiano Douglas Mawson declara en una entrevista que los atractivos que ofrece la Antártida harán que en muy poco tiempo se convierta en un objeto de interés de contingentes turísticos.
“No hay razón para que no se convierta en un gran destino de vacaciones para Australia organizando cruceros de placer del mismo modo que en el Hemisferio Norte se hacen cruceros a Spitsbergen. Confío en que los mares del Polo Sur se convertirán en una joya para el turista australiano” (Carlos P. Vairo – Josef Verlinden. Los inicios del turismo antártico).
El impacto que le había producido su contacto con los paisajes antárticos, trató de trasmitirlo: “El mundo ni sospecha las bellezas de este Continente Austral. En la parte de Tierra Victoria que ya exploré los paisajes son magníficos. Hay montañas de 4500 metros de altura y los glaciares más grandes de la tierra avanzan mar adentro. En el verano el tiempo es perfectamente seco, vigorizante y estimulante”.
Su prédica estaba destinada a apoyar una iniciativa en curso: la organización de un crucero hacia las costas antárticas. Los diarios australianos publicaban informaciones sobre que se había “llevado a consideración de varias grandes compañías navieras de barcos de vapor de Australia y Nueva Zelanda” el proyecto de “realizar una excursión durante los meses de verano a las regiones del Polo Sur”.
Un primer intento de “un viaje marítimo de 50 días en pleno verano que partiría de Lyttleton hasta el estrecho de Mc Murdo”, estaba previsto para fines de 1911.
Este proyecto no llegó a consumarse. No obstante, Mawson continuó por muchos años con su promoción del turismo antártico.  En 1936, en un discurso como presidente de una entidad científica, al plantear las “perspectivas de desarrollo económico”, sugirió que “como terreno para la práctica de deportes de invierno en verano, la Antártida sería emocionante para los australianos”.
Las complicaciones de los viajes de los ingleses Robert Falcon Scott y Ernest Shakleton, y del sueco Otto Nordenskjöld desalentaron el impulso inicial. Las dos guerras mundiales postergaron más la concreción de los proyectos turísticos antárticos.
El primer crucero fue realizado en 1958, partiendo desde Ushuaia. El navío ‘Les Eclaireurs’, transportó medio centenar de turistas.

Autor : Bernardo Veksler
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