n una carta, fechada este día, que el prefecto apostólico José Fagnano dirige al padre Maggiorino Borgatello, al referirse a la misión salesiana establecida a la vera del lago, señala: "llevada adelante con tantos sacrificios por el sacerdote Juan Zenone y los hermanos Dalmasso, Vigne y Villa”, anuncia que su funcionamiento “se está poniendo en condiciones regulares, pudiendo de ahora en adelante autoabastecerse con su trabajo de pastoreo" (citado por Carlos Baldassarre. Los Italianos en la Patagonia).
Este anuncio resultaba vital para la subsistencia del emprendimiento, dadas las dificultades de comunicación y transporte, y por consiguiente de abastecimiento, que existían.
En 1907, Zenone había emprendido el reconocimiento de la zona visitando cabo Inés, el río Fuego y la estancia Viamonte. Un año después repitieron la recorrida catequizando, bautizando y repartiendo ropa.
Esta aproximación de contingentes salesianos al interior fueguino, estaba empujada por la franca decadencia de la presencia de nativos en la Misión La Candelaria, que para entonces apenas contaba con 27 individuos.
Entre febrero y mayo de 1909 realizaron una nueva recorrida, por encargo de Fagnano, quien les había solicitado que exploraran la región comprendida entre el río Fuego, cabo Inés, el lago, hasta Harberton y puerto Brown, con vista a una nueva fundación para aborígenes dispersos. Ochenta días duró la gira, durante la cual el misionero realizó "treinta
y tres bautismos y un matrimonio."
Luego de estas acciones, el 10 de marzo de 1910 se establecieron en río Fuego, iniciaron la construcción de la capilla y recorrían los alrededores para su labor religiosa. Poco después se abrieron las puertas de una escuela donde, con una asistencia media de diez a trece alumnos, se les enseñaba a leer, escribir y contar.
En octubre, Fagnano le notifica a Zenone que había obtenido el uso del "terreno alrededor del lago... que se debía ocupar pronto”. Eran “20.000 hectáreas aproximadamente y con el apoyo de la familia Bridges (fundadora de las estancias Harberton y Viamonte) tanto Zenone como Dalmasso pusieron manos a la obra, construyendo la primera casa misión, en la cabecera del lago”. Entre junio y septiembre de 1916 “se levantaron la capilla, la escuela, cuatro habitaciones para los salesianos y en poco tiempo, a partir de los animales de cría aportados por los Bridges, se autoabastecieron” (op.cit.).
