ste día, se difunde un informe del Registro Nacional de Tierras Rurales, que da cuenta del grado de tenencia extranjera de las tierras argentinas. Tierra del Fuego es la octava provincia con más terrenos poseídos por foráneos, con un 7,74 por ciento de su superficie.
La parte argentina de la isla Grande cuenta con un área de tierras rurales que alcanza a 1.994.783 hectáreas, de las cuales 154.462 son propiedad de extranjeros. Entre ellos se destacaba el magnate norteamericano Robert Edward (Ted) Turner, propietario de la cadena de televisión CNN.
El relevamiento fue presentado por la entonces presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner y formó parte de la aplicación de la Ley de Extranjerización de Tierras sancionada en 2011, que buscaba frenar el avance de los capitales extranjeros sobre los territorios nacionales.
Según este informe, la Argentina contaba con 267.679.474 hectáreas, que representaban el 95,88 por ciento de su territorio. Las tierras en manos de extranjeros alcanzaban al 5,93 por ciento. Tierra del Fuego superaba el promedio nacional.
Este proceso de extranjerización de tierras y de los recursos naturales estratégicos se había acelerado en los últimos quince años, pero se había precipitado con singular fuerza en la década del noventa. Las consecuencias derivadas de esos datos resultaban difíciles de mensurar, según la Secretaría de Seguridad Interior (SSI), a cargo de Luis Tibiletti.
Esa dependencia, a partir de 1996, fue la encargada de dar la conformidad para las adquisiciones de tierras por parte de extranjeros en la llamada zona de seguridad. Estas zonas comprendían una franja de 150 kilómetros desde la línea fronteriza (incluyendo la zona cordillerana) y de 50 kilómetros en las costas marítimas. Esas zonas son las que poseen la mayor concentración de recursos naturales estratégicos, tierras cultivables, minerales y reservas de agua dulce.
Sólo entre 1997 y 1998 (gobierno de Carlos Menem), la SSI registró la aprobación de ventas a extranjeros por unas ocho millones de hectáreas. Se observó que las mayores radicaciones de las que trata este informe ocurrieron en ese período.
“En el último año y medio —2004 y hasta agosto de 2005— los pedidos de permisos para compras de tierras en zonas de seguridad por parte de extranjeros fueron de mil”. Hasta ese momento, se habían otorgado once, por unas 120 mil hectáreas.
