n la edición de este día, el diario porteño ‘El País’ informa que en Puerto Cook, después de los corrales y las perreras, “a una distancia del presidio” existen “cuatro modestas casillas donde se albergan otras tantas familias de penados” (Citado por Carlos P. Vairo en El Presidio. Ushuaia); dan cuenta de la existencia de un embrión de colonia penal, que fue una de las posturas que sustentaron la instalación de establecimientos penitenciarios en la zona austral.
El presidio militar fue trasladado, un año y medio después, a bahía Golondrina, a cinco kilómetros al oeste de Ushuaia.
Aunque nunca terminó de prosperar una verdadera colonia penal, cada tanto se presentaban iniciativas parciales que procuraban retomar ese hilo conductor.
En 1890, el gobernador Mario Cornero “insistió una vez más con la idea de la colonización penal, se basaba en el proyecto de Roca, y agregaba una escuela de artes y oficios para 30 o 40 chicos huérfanos que se encontraban bajo tutela judicial” (Carlos P. Vairo en El Presidio. Ushuaia).
En enero de 1896, entre los presos que fueron enviados a Ushuaia, en virtud de la Ley 3335 que establecía la posibilidad de ese destino a los reincidentes, “se incluían diez mujeres también voluntarias”.
Pocos meses después, el gobernador Pedro Godoy informó al ministro de Justicia que “los presos que me han sido remitidos antes están ya instalados, trabajando y en vías de regeneración. De las mujeres presas se han casado seis, tres con presos y otras tres con habitantes del territorio, ya establecidos. Este resultado puede dar a V.E. la medida de los que se obtendrían el día que el establecimiento funcione con amplitud y regularmente”.
Godoy continuó insistiendo en su proyecto de colonia penal, con el propósito de incrementar la población fueguina. “Así es como presenta un proyecto de reglamento para el funcionamiento de la ‘Cárcel y Talleres de Reincidentes’, donde se establece que lo que el penado gana en los talleres o en el trabajo en obras públicas puede utilizarlo para los gastos que genere su familia, si la tuviera con él. Entre otras cosas establecía ‘derecho de un Solar y material necesario para construir habitación para su familia si fuera casado”.
Luego se estableció la Cárcel de Reincidentes, que sucesivamente pasó a llamarse Cárcel de Tierra del Fuego, Presidio y Cárcel de Reincidentes, Cárcel de Ushuaia y finalmente Cárcel de Tierra del Fuego.
