ste día, el navío ‘San Telmo’ es visto por última vez. Un temporal desatado al sur del Cabo de Hornos, había dispersado a la escuadra que tenía como destino el puerto de El Callao y como misión reprimir a las fuerzas criollas comandadas por el general José de San Martín.
El ‘San Telmo’ tenía 53 metros de eslora y 14 de manga. Había sido botado en 1788. Contaba con 74 cañones y una dotación de 644 marineros, soldados e infantes de marina.
Había zarpado cuatro meses antes de Cádiz, al mando del capitán de navío Joaquín de Toledo y Parra. Era el buque insignia de una escuadra que integró junto a los barcos ‘Alejandro I’, ‘Prueba’ y ‘Primorosa Mariana’. El primero de ellos, a poco de haber salido debió regresar.
Según los informes brindados por los tripulantes de ‘Primorosa Mariana’, al llegar al puerto de destino, el ‘San Telmo’ fue visto por última vez un mes antes, es decir el 2 de setiembre. La posición anotada en el cuaderno de bitácora del navío fue 62° Sur y 70° Oeste. Una ubicación donde las corrientes y los vientos derivan directamente al norte de la antártica isla Livingston.
Con la restitución al trono de Fernando VII, luego de la invasión de las fuerzas napoleónicas a España, y las noticias recibidas desde América sobre las acciones insurgentes de los movimientos independentistas, la monarquía emprendió una furiosa contraofensiva para intentar restablecer el orden virreinal. Ante las peticiones de refuerzos formuladas por los gobernantes coloniales, el monarca envió una expedición para complementar otra que ya había zarpado anteriormente. La nueva fuerza fue llamada División del Mar del Sur y fue puesta bajo el comando del brigadier Rosendo Porlier.
La pérdida del ‘San Telmo’ fue un golpe muy duro a la misión emprendida por los realistas.
Del siniestro sufrido no se tuvieron precisiones, salvo algunos indicios surgidos de fuentes inglesas. Al desembarcar William Smith en la isla de Livingston, encontró en una playa los restos de un naufragio: un ancla con su cepo, restos de velas y arboladura, que los identificó como de un navío español. También halló muchos restos de animales sacrificados sin duda por la mano del hombre. Con este dato se presume que algunos náufragos lograron sobrevivir un tiempo más y convertirse en los primeros en pisar playas antárticas (Sergio Esteban Caviglia. Malvinas: Soberanía, Memoria y Justicia).
