Una niña kawésqar muere en exposición internacional de París
EL 30 DE SEPTIEMBRE DE 1881

Una niña kawésqar muere en exposición internacional de París

30/09/2020
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ste día, fallece una niña kawésqar, de dos años y medio de edad, en el predio del Jardín de Aclimatación de París.”Había sido raptada junto con su familia y llevada a Europa para ser exhibida como si fuera un animal salvaje. No pudo soportar las duras condiciones de vida y hacinamiento y murió en brazos de su mamá. Esta fotografía de Pierre Petit se tomó tan solo unos días antes de su muerte, cuando la enfermedad ya había hecho estragos en su pequeño cuerpo. La niña fue enterrada en un rincón del jardín y unos días más tarde todo el grupo fue trasladado a Alemania en un vagón de ganado. Cuando terminó esta infernal gira, solamente sobrevivieron cuatro kawésqar del grupo inicial de once personas”. Estos fueron entregados a los anglicanos de Ushuaia, donde murieron por las epidemias propagadas en la misión (José Luis Alonso Marchante, autor de Menéndez, rey de la Patagonia).
Marchante se enteró del episodio en 2012, cuando asistió a una exposición de fotografías en un museo de París: "Allí pude ver la terrible fotografía de la niña con su mamá muy poco antes de morir y también el certificado de defunción (…) Es un documento estremecedor puesto que prefigura el destino fatal de todo el grupo: siete personas murieron en la infernal gira por Europa" (El Mostrador. Santiago, 24/10/2018).
Uno de los responsables de estas prácticas fue el empresario alemán Carl Hagenbeck (1844-1913), que da nombre al que es, hasta hoy, el zoológico de Hamburgo, y que es administrado por sus descendientes.
Los secuestros de nativos se multiplicaron sobre todo en las regiones más apartadas. Se trataba de una especie de moda que predominaba en Europa, en los últimos años del siglo XIX: la exhibición de seres humanos de los confines en exposiciones que atraían una gran cantidad de público. Esta actividad se tornó muy lucrativa y las exposiciones se difundieron por todas las ciudades importantes de Europa. En algunos casos se trataba de espectáculos circenses donde se llevaban a los nativos, muchas veces presentados como antropófagos para despertar mayor expectativa y recaudación.
De los nativos secuestrados muy pocos pudieron regresar a su tierra. La mayoría de ellos, cuando el atractivo del público decayó y dejó de ser redituable, fueron abandonados en Europa.  
Alonso Marchante consideró que es “una trágica historia que todavía espera el reconocimiento y el perdón oficial”.

Autor : Bernardo Veksler
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