Se termina el negocio del ganado cimarrón en Malvinas
EL 30 DE NOVIEMBRE DE 1883

Se termina el negocio del ganado cimarrón en Malvinas

30/11/2020
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lrededor de esta fecha, se matan los últimos bovinos cimarrones en Lafonia, el sur de la isla Soledad que era propiedad de los hermanos Samuel Fisher Lafone y Alexander Ross Lafone.
Con la desaparición de los vacunos salvajes, que habían sido introducidos por argentinos y españoles, se produjo una transformación de la matriz productiva isleña. Comenzó a predominar la crianza ovina y perdió importancia la contratación de mano de obra experta en la captura de ese ganado, generalmente argentinos y uruguayos.
“El puesto de ‘capataz de los gauchos’ que ofrecía la FIC (Falkland Islands Company) dejó de existir en 1889. Un año después, la cantidad de ovejas alcanzaba el punto de saturación en las islas: nada menos que 800.000 ejemplares”. Este límite productivo provocó que muchos malvinenses partieron “con sus familias y sus ovejas a una nueva tierra prometida: la Argentina”, especialmente a Santa Cruz y Tierra del Fuego (Marcelo Beccaceci. Gauchos de Malvinas).
La explotación del ganado cimarrón llegó a alcanzar dimensiones importantes en Malvinas. Era una actividad muy lucrativa y a ella se dedicó el alemán Luis María Vernet. Con la ocupación británica, sus negocios fueron capitalizados por los hermanos Lafone. En 1843, le presentaron una propuesta al gobernador Richard Clement Moody para “explotar el ganado silvestre (vacuno, equino, porcino y caprino), e importar miles de ovejas y ganado vacuno doméstico”. Moody le concedió doscientas hectáreas al sur de puerto Darwin.
“Las tierras del norte se consideraban propiedad de la Corona británica, algo que no siempre se respetaba ya que muchos animales eran cazados por los habitantes de las islas y por los marineros que merodeaban las costas, en el convencimiento de que la hacienda cimarrona estaba disponible para cualquiera. Se estimaba que existían entre 80.000 y 100.000 ejemplares entre ambas zonas.   
En Lafonia, en “el paraje denominado Boca se instaló un tambo en el que se fabricaban quesos y manteca. En Saladero había también un almacén donde los gauchos podían proveerse de cuerdas para guitarra, cuchillos, botas, bombachas y alimentos. El trabajo con la hacienda baguala era muy intenso en los meses de verano, cuando grupos de seis o siete gauchos se desplazaban en busca de animales a los que capturaban con el fin de obtener cuero y sebo, los productos más valorados por la compañía” (op.cit.).

Autor : Bernardo Veksler
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