los románticos, a los poetas, a algunos niños o niñas y a muchas personas más les gusta la lluvia. Unos disfrutan escuchando las gotas sobre los techos, otros se inspiran con metáforas certeras y a algunos les gusta jugar, embarrarse o caminar mojados. Todo bien. ¿Pero está mal si pedimos un poco de mejor clima, sol y algo de calor templado de diciembre?