Un misionero anglicano muere ahogado en bahía Tekenica
EL 23 DE DICIEMBRE DE 1893

Un misionero anglicano muere ahogado en bahía Tekenica

23/12/2020
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ste día, el misionero anglicano Leonardo Henry Burleigh es arrojado al mar desde su embarcación por una violenta ráfaga de viento y perece ahogado en la bahía Tekenica, a la vista de su esposa Sussan Ellen Gilbert-Nellie.
La desgracia dejó muy debilitada la misión. La señora Burleigh regresó a Inglaterra en abril de 1894. La sede misional quedó a cargo de Robert Whaits y su esposa.
Ante la declinación de la población canoera en el Beagle, los anglicanos procuraron encontrar sitios fueguinos donde fuera más útil su labor pastoral. Las “autoridades misioneras consideraron necesario intensificar su acción en los lugares más lejanos donde aún vivían algunas pocas familias sobreviviendo en las remotas islas de los archipiélagos del Cabo de Hornos” (Enrique S. Inda. El exterminio de los onas).
En 1888 lograron la autorización del gobierno chileno para radicarse en la isla Bayly; del archipiélago Wollaston. “Era el confín del continente a pocas millas del Pasaje Drake, ahí donde confluyen las poderosas corrientes de los océanos Pacífico y Atlántico Sur, región batida por los vientos, las grandes tormentas, con cielos encapotados, lluvias permanentes, nieblas traicioneras y fríos implacables, con su trágica historia de cientos de naufragios y pérdidas de vidas”.
Allí se habían radicado Burleigh, su esposa y su pequeña hija, “y solo apoyados por su pequeño grupo de yaganes formados en la Misión de Ushuaia”.
“En la soledad de esa pequeña isla levantaron su casa habitación cuyos materiales fueron transportados desde Ushuaia en la veterana goleta de la Misión, ‘Allen Gardiner’ y además, con los escasos elementos locales, construyeron un confortable asilo para niños huérfanos y mujeres solas, a las que alimentaban, educaban y cuidaban en sus enfermedades”.
En 1892, se dispuso cambiar el sitio de la sede anglicana por la de bahía Tekenica, “donde se levantó una amplia capilla e instalaciones más cómodas y seguras (…) Era un lugar boscoso, al resguardo de los fuertes vientos, con más sol y mejor tierra para los cultivos de papas, nabos y verduras”.    
La goleta seguía siendo el único medio de comunicación con Ushuaia, Punta Arenas y Malvinas.
Las enfermedades contagiadas por los forasteros devastaron a los nativos y la propia esposa de Whaits sucumbió a una de las epidemias.  
En 1907, la misión se trasladó a la costa del río Douglas en Navarino y en 1916 se cerró definitivamente.

Autor : Bernardo Veksler
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