ste día, la etnóloga franco norteamericana Anne Chapman inicia una campaña en la isla de los Estados, con el fin de constatar rastros de antigua presencia humana, tal como era su hipótesis. El trabajo de campo se prolongó hasta el 18 de febrero.
Como antecedente había una cita de Robert Fitz Roy: “chozas fueguinas han sido encontradas en la isla de los Estados y en la isla Noir”.
Chapman realizó dos excavaciones en la zona de bahía Crossley y otra en la playa oriental de la bahía Finders, hallando evidencias de presencia humana, que se habría producido entre el 300 antes de Cristo y el 500 después de Cristo.
En las observaciones realizadas por Chapman, destacó que “a primera vista es el predominio de artefactos y desechos de piedra sobre los de hueso y que estos últimos parecen constituir una misma clase de instrumentos. Este conjunto de utillaje no es comparable, con excepción de las cuñas de hueso, al de los yámana de tiempo histórico, no sólo por el predominio de instrumentos líticos sino también por la presencia de boleadoras. El utillaje ‘duro’ de los yámana de la época reciente era sobre todo de hueso” (A. Chapman. La isla de los Estados en la Prehistoria).
Es probable que esa presencia humana haya sido yámana, ya que su actividad canoera se desarrollaba por los canales fueguinos y su ductibilidad para navegar fue constatada reiteradamente, entre ellos por Martín Gusinde: la canoa “impresiona a quien la juzgue, como una obra maestra de eficacia y un logro supremo de la habilidad técnica de estos indios”.
Los instrumentos utilizados por los fueguinos estuvieron en cuestión: aunque “ningún informante decía haber hecho uso de boleadoras o incluso haber escuchado de algún antepasado que las usara. Sin embargo, las colecciones privadas muestran profusión de estos artefactos”. También fueron encontrados raspadores y guijarros con surcos. Con respecto a su alimentación, se encontró rastros de intervención humana en restos de aves y lobos marinos.
La isla de los Estados es visible desde la costa oriental de la isla Grande de Tierra del Fuego y se conocen leyendas selknam y haush sobre ella. Los haush la llamaban Jaius o Jaiwesen, los selknam nombraban a sus cadenas montañosas Kéoin Harri o Keoin Hurr y los yámana la llamaban Chuainisin, según la traducción de Thomas Bridges: “país con superabundancia de comida”.
