ste día, el Tribunal Arbitral, cuya constitución habían acordado los gobiernos de Argentina y Chile, arriba a la zona del diferendo limítrofe en lago del Desierto e Hielos Continentales para hacer un relevamiento.
Estos puntos conflictivos fueron las últimas divergencias que sostuvieron ambos países en la delimitación de su extensa línea fronteriza, luego de pujas y enfrentamientos que se extendieron por más de un siglo. La decisión formó parte de un acuerdo global que permitió conciliar posiciones en veintidós cuestiones limítrofes que se encontraban pendientes y derivar al tribunal los dos puntos de divergencia.
El tribunal fue constituido el 16 de diciembre de 1991 y estaba integrado por el colombiano Rafael Nieto, el salvadoreño Reynaldo Galindo Pohl, el venezolano Pedro Nikken, el argentino Julio Barberis y el chileno Santiago Benadava. Nieto, que ejercía la presidencia, consideró que la decisión de recurrir al arbitraje “es lo más importante que ha ocurrido en la historia de América Latina” en materia de derecho internacional.
El punto litigioso del lago abarcaba un valle de 532 kilómetros cuadrados y había sido, en noviembre de 1965, causal de un enfrentamiento armado entre gendarmes y carabineros, que produjo la muerte de un uniformado chileno.
El otro diferendo era la delimitación de los Hielos Continentales, unos pocos kilómetros más al sur del lago, una voluminosa reserva de agua dulce que constituye el mayor campo de hielo de carácter continental no polar y con acceso terrestre. Se lo denomina Hielos Continentales en Argentina y Campo de Hielo Sur en Chile.
Durante la permanencia de los integrantes del tribunal en la zona, la habitual tranquilidad de la zona se vio alterada por la presencia de gran cantidad de periodistas. Además, el entonces gobernador de Santa Cruz Néstor Kirchner efectuó la convocatoria a un acto de reafirmación de la soberanía en la zona en disputa “rechazando cualquier resultado contrario a la soberanía argentina”. También el entonces presidente de la Nación Carlos Menem viajó a El Calafate para reunirse con el tribunal.
Finalmente, el fallo arbitral otorgó a Argentina la zona de lago del Desierto y delineó un trazado fronterizo para los Hielos Continentales, con el criterio fijado por las altas cumbres, que respetó la divisoria continental de aguas, excepto en algunos sectores en donde se trazaron rectas.
