ste día, el jefe policial de Ushuaia recibe una comunicación de un subordinado, quien relata que en la noche anterior “estando de servicio, acudí al rancho de ‘Indios’ en la Misión (anglicana) a los gritos de auxilio, y allí encontré a la “India María”, conocida bajo el nombre de “La Gorda” lesionada en la cabeza de bastante gravedad”. Aparentemente, “varios individuos habían estado en el rancho y que uno de ellos es el autor” (Arnoldo Canclini. Indios, policías y agitadores).
El agente intentó indagar a la mujer, pero no pudo “puesto que (…) solo posee el idioma yagan y el inglés”. Para poder interrogarla tuvo que recurrir a una persona que era angloparlante.
Al ser consultada sobre quien fue el autor de la agresión, María respondió que fue “Juan Meyer peón de José Ramallo quien le pegó en la cabeza con el taco de la bata (sic) porque la declarante no quiso entregársele a él”. Luego confirmó que Meyer “estaba en estado de ebriedad cuando cometió el hecho” y que estaba acompañado por “Pablo Ferreira y Sandalio Romero”.
La indagatoria continuó con el acusado Meyer, “argentino, de 34 años de edad, jornalero”. Este relató que “fue a la Misión en compañía de Nicolás Caprio y un indio, que allí en el rancho de indios encontró a” Ferreira y “Romero juntamente con otras personas que ignora quienes son, que allí estuvieron bebiendo diferentes clases de bebidas que las habían llevado los dos individuos últimos expresados, que el declarante encontrándose ebrio no recuerda nada más…”
El policía interrogó también a los otros testigos. Ferreira relató que “estuvo todo el día en la casa del sr. Isorna, donde vive y que a la noche se fue a la misión más o menos a las 11 hs. Y que se quedó allí hasta la una o dos…, que fue a visitar a los indios y en compañía del indio Tomás”. Una vez en el rancho, estuvo bebiendo en compañía de éste “y de Juan Meyer, el indio Fred y de varios otros peones e indios”.
Romero dijo que estuvo en el rancho desde las siete de la tarde y “permaneció hasta el otro día (…) que iba a visitar a una india (…) estuvo conversando con los indios y que luego vinieron unos marineros del ‘Transporte Piedrabuena’ y el individuo Juan Meyer, quien llevaba un Winchester titulándose Comisario de Policía (…) salió del rancho e hizo un disparo al aire” (op.cit.).
La causa quedó a cargo del juez Letrado de Santa Cruz Germán Vidal y se desconoce como concluyó.
