Describen por primera vez a las canciones de los selknam
EL 10 DE JUNIO DE 1842

Describen por primera vez a las canciones de los selknam

10/06/2021
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ste día, regresa a Nueva York la expedición de Charles Wilkes, que en su recorrida acampó en Tierra del Fuego, tomó contacto con los nativos y describió por primera vez sus expresiones musicales. Esta expedición fue la primera norteamericana en circunnavegar el planeta.
“Las primeras referencias musicales sobre los aborígenes fueguinos datan de 1844, año de publicación de una obra en cinco volúmenes (Narrativa de la Expedición Exploradora de los Estados Unidos) fruto de la misión científica norteamericana de Charles Wilkes” (Pola Suárez Urtubey. Diario La Nación, 24/10/2013)
Wilkes llegó a Buenos Aires a principios de 1839. Luego siguió hacia el sur. En la bahía de Buen Suceso, en península Mitre, “los oficiales de la expedición desembarcaron con tres botes para visitar y comerciar con los pueblos nativos que les hacían señas desde la costa, la primera oportunidad de canjear por implementos, ropa y joyas nativas. Wilkes comentó que "aunque ellos [los nativos] valoraban mucho sus arcos y flechas, estaban dispuestos a cambiarlos" por piezas de hierro y clavos. Esta región árida y extremadamente fría fascinó a los científicos, que recolectaron muestras de una gran variedad de vida vegetal y animal. El dibujo del artista Joseph Drayton de un nativo fueguino fue reproducido en la Narrativa de la Expedición” (https://siarchives.si.edu/history).
Luego de la referencia musical de Wilkes, el siguiente explorador que recogió canciones selknam y yámana fue Charles Wellington Furlong, entre 1907 y 1908.
Lehmann-Nitsche efectuó grabaciones que envió “a los archivos de Berlín, donde fueron a parar a manos de uno de los más grandes musicólogos de la primera mitad del siglo XX, Erich von Hornbostel. Un material incrementado luego con grabaciones tomadas entre onas, yaganes y alacalufes por Martin Gusinde y W. Koopers”.
Quien continuó con esa labor fue Anne Chapman, en 1964, “a través de la más anciana sobreviviente, Lola, de noventa años, Chapman pudo recoger unos 90 cantos de los onas en 25 cintas magnetofónicas, guardadas en el Museo del Hombre, de París. Cantos para acompañar danzas pantomímicas zoomórficas, canciones burlescas para mofarse unos de otros, gritos de llamada y de respuesta, cantos imitativos del canto de los pájaros y danzas femeninas viven hoy para nosotros a través de aquellas soberbias fuentes científicas” (P. Suárez Urtubey).

Autor : Bernardo Veksler
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