yer se cumplió la etapa de alegatos en el juicio oral y público por un homicidio que ocurrió en el Bar Magallanes, en Río Grande, en el cual está acusado Miguel González, un peón de estancia, sobre quien el fiscal del caso, Dr. Ariel Pinno, solicitó que sea condenado a cumplir la pena mínima por el delito de homicidio simple, esto es 8 años de cárcel.
En tanto, la defensa ejercida por la Defensora Pública Lorena Nebreda, planteó ante los Jueces que consideren la inimputabilidad de su defendido y sea absuelto, al argumentar que al momento de cometer el ilícito, sobre el cual no opuso objeciones, fue en un estado de “amnesia temporal”, provocado por la ingesta de bebidas alcohólicas y a un antecedente de salud, consistente en una lesión cerebral (González tuvo un traumatismo severo de cráneo, por el cual debieron colocarle una placa de aluminio).
Tras conocido los alegatos de las partes, los jueces del Tribunal de Juicio resolvieron hacer un prolongado cuarto intermedio hasta el miércoles 7 de julio, a las 10:00, en que reanudarán las audiencias para conocer las últimas palabras del acusado y luego pasar a deliberar y dar a conocer un veredicto.
Cabe indicar que durante el desarrollo de la instrucción de la causa y durante toda el juicio oral, Miguel González nunca declaró. En tanto, todas las pruebas que fueron sumadas al expedientes y que se ventilaron durante el desarrollo de las audiencias, reforzaron la autoría material del asesinato, por lo tanto, queda en los Jueces resolver si el acusado es penalmente responsable del hecho.
Antecedentes del caso
El 11 de julio del año pasado, tras una discusión ocurrida en el bar Magallanes, ubicado en calle Thorne al 800, Miguel González le provocó heridas a Ramón Acosta (46), en el sector del tórax, usando para ello un arma blanca. Luego de ocurrido el incidente, intentó darse a la fuga, retirándose del lugar donde estaba alojado y buscando alojamiento en otros hospedajes.
Acosta quedó mal herido en el bar y debió ser llevado de urgencia a la guardia del Hospital de Río Grande. Allí los médicos resolvieron hacer una intervención quirúrgica para intentar salvarle la vida, pero el desenlace fue la fatalidad. A partir de esto, el acusado del hecho quedó imputado y procesado por el delito de homicidio simple.
Cabe indicar que González prácticamente se entregó a las autoridades, la misma noche del hecho, ya que solicitó a un remisero que lo lleve hasta el Hospital, lugar donde efectivos de la Policía lo detuvieron.
