a Sala Penal de la Cámara de Apelaciones de Río Grande confirmó el procesamiento y la prisión preventiva de José Romero (29), su hermana Pabla Elizabeth Romero (27), Isabelino Gómez (42) y María Bárbara Vargas (33); todos detenidos por el homicidio del operario textil Oscar Vera (41), el cual sucedió en la madrugada del pasado 23 de mayo.
Los Camaristas avalaron así la resolución que fue dictada por el juez de Instrucción Raúl Nadim Sahade, quien consideró a todos los acusados como coautores del delito de homicidio simple y convirtió la detención de todos en prisión preventiva, debido a que después del hecho trataron de destruir pruebas incriminatorias.
Cabe señalar que desde que se inició la investigación, los hermanos romeros, Gómez y Vargas se negaron a prestar declaración indagatoria, por lo tanto, el procesamiento dictado fue en base a las pruebas incriminatorias que existen en contra de todos ellos, donde resultó clave la declaración de un remisero que trasladó a la víctima hasta el domicilio donde se pudo establecer que fue ultimado.
El trabajador del volante declaró ante el Juez que la madrugada de ese domingo 23 de mayo Vera, abordó su unidad y pidió que lo llevara hasta una chacra ubicada en Pasaje Ombú. Durante el viaje el pasajero se mostraba preocupado y le habría confiado que “algo malo” sucedería en el domicilio hasta donde iba, expresando: “Los mato o me matan a mí”.
La víctima mantenía una relación sentimental con Pabla Elizabeth Romero. Fue a ella a quien tenía intención de ver esa madrugada, pero se encontró con una reunión de la que participaban también José Romero, Isabelino Gómez y María Bárbara Vargas. Allí se produjo un incidente que derivó en una pelea y el hecho de sangre.
Sobre la mecánica del hecho, en el procesamiento se pudo establecer que la víctima recibió varios golpes en el cuerpo, en tanto que fueron dos puñaladas en el tórax, que lesionaron el corazón y un pulmón las que provocaron el deceso. Oscar Vera falleció en la vivienda de la chacra.
Con Oscar Vera muerto, todos los ocupantes de la vivienda limpiaron la escena del crimen y trataron de borrar todos los rastros. Respecto al cadáver, resolvieron arrastrarlo unos cien metros afuera de la casilla donde sucedió el hecho y lo dejaron tirado en descampado, boca abajo y con el cuerpo semidesnudo. Los ocupantes de la chacra “El Sanjuanino” fueron quienes lo encontraron y dieron aviso a la Policía.
