n la edición de este día, el diario ‘Tiempo Fueguino’ publica un suplemento titulado “¿Prohibir o despenalizar el aborto?”, donde algunos referentes fueguinos plantean un incipiente debate sobre el tema. El disparador fue la propuesta del presidente Carlos Menem de incluir una cláusula constitucional de prohibición del aborto.
Los consultados fueron los médicos Edgardo González, Oscar Aladro y Mario Feulliade; la legisladora justicialista Teresa Méndez; la legisladora territorial (MC) Sillvia Serravalle y Fabiana Ríos.
En la introducción se estimó que un aborto tenía un costo de 1.500 pesos (dólares) y se destacó una cita de Simone de Beauvoir: “La mujer no es libre mientras no tenga la libre decisión sobre su cuerpo”.
González sostuvo que “la paciente depende de una decisión propia y la maniobra abortiva es tomada” porque “soluciona un problema importante” y “es muy raro encontrar quien delate al que le hizo un favor importante, incluso con infección”.
Aladro detalló que hay “pacientes que vienen con determinados síntomas en el que se puede hacer el diagnostico de aborto (…) es de alrededor de diez mensuales”.
Feuilliade afirmó que la realización de abortos “por personas no aptas para esa materia, hechos a la bartola, son la principal causa de muerte materno fetal”.
Méndez exaltó “los derechos del niño desde la concepción y hasta los 18 años, al incorporarlo al artículo 67 de la Carta Magna”. Luego lamentó que haya mujeres que promuevan el aborto, “porque las mujeres naturalmente estamos formadas para crear vida”.
Ríos sostuvo que “la polémica sobre el aborto, debe enmarcarse en una polémica global (…) sobre la defensa de la vida (…) No solamente se puede matar en el seno materno, que, desde mi óptica personal, es mucho más grave porque quien está en el seno materno no tiene ni siquiera la posibilidad de defenderse, sino de las garantías que tiene que dar el estado para llevar una vida digna”.
Serravalle enfatizó que “sería necio suponer que los que están de acuerdo con la despenalización están en contra de la defensa de la vida, yo creo que todo lo contrario. Es uno de los causales más importantes de muerte materna (…) es una mentira que en este país esté prohibido, en todo caso la única prohibición es el nivel socioeconómico (…), no está prohibido para aquellas que puedan afrontarlo, pero sí para aquellas que tienen que recurrir a métodos poco saludables”.
