Goldman Sachs dona 300 mil hectáreas de la isla para reserva
EL 9 DE SEPTIEMBRE DE 2004

Goldman Sachs dona 300 mil hectáreas de la isla para reserva

09/09/2021
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n estos días, el banco de inversión Goldman Sachs dona a perpetuidad un predio en Tierra del Fuego de 300 mil hectáreas a la ONG Wildlife Conservation Society (WCS), para la reserva natural ‘Karukinka’.
La entidad estaba entonces presidida “por Henry Paulson -quien luego sería secretario del Tesoro en el gobierno de George Bush, cuando estalló la crisis subprime-”, decidió ceder la propiedad de esas tierras a la ONG “que administra los zoológicos del Bronx y parte del Central Park en Nueva York, entre otros 500 proyectos en el mundo” (Pamela Zúñiga. Diario La Tercera. Santiago de Chile, 18/11/2012).
Desde entonces, Karukinka se sostiene “con fondos que levanta a nivel internacional -mediante donaciones y cenas de beneficencia- y también con parte del fondo de US$ 18 millones que donó Goldman al momento de traspasar el parque, explica Bárbara Saavedra, directora del parque y de WCS Chile. Hoy, el recinto -cuenta- está abierto todo el año y en él se desarrollan varios programas de investigación y de educación. Pero debido a su lejanía y a su difícil acceso, apenas 200 personas lo visitaron en 2011”.
Los costos de mantención -ocho guardaparques, 100 kilómetros de senderos y el trabajo de los equipos de investigación- alcanzan a unos US$ 300 mil al año, monto que es transferido desde la matriz neoyorquina. “Pero el ideal sería poder contar con unos US$ 500 mil anuales para la mantención y para los programas de conservación”, dice Saavedra.
Para alcanzar esos ingresos la entidad está buscando un nuevo modelo de negocios. “La conservación cuesta dinero. Acá hay un gran atractivo turístico en un lugar muy aislado, y para nosotros sería ideal que las giras de estudio, en vez de ir al Caribe, vinieran a Karukinka a aprender de biodiversidad y que valoraran el patrimonio chileno”, propone la ejecutiva.
A cargo de estructurar una propuesta está Génesis Consulting, una gestora de negocios chilena, que trabajó en ese diseño que permitiría “evolucionar desde la filantropía tradicional, en el que la gente dona para sentirse bien o porque lo descuenta de impuestos, a la creación de un negocio ambiental sustentable, un modelo con fines de lucro, donde todo lo que se obtenga se reinvierta en el parque”.
La hipótesis de trabajo “es que pueda instalarse un operador turístico (…) de siete estrellas” como también a la “venta de bonos de carbono” (op.cit.).

Autor : Bernardo Veksler
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