ste día, se difunde el descubrimiento, realizado por investigadores de la Universidad de Vigo, de “una nueva especie de molusco en la Antártida, la ‘Zeidora antarctica’, de 14 milímetros, que pertenece a un grupo casi desconocido formado por 14 especies y con muy pocos ejemplares localizados” (Agencia EFE).
La identificación de este animal apareció publicado en la revista ‘The Nautilus’, que informa de su descubrimiento en aguas antárticas, en el marco del proyecto ‘Bentart’.
El grupo de investigación de la universidad gallega analizó “durante cinco años las muestras recogidas en las aguas abisales de la Antártida, en profundidades que oscilan entre los 45 y los 3.000 metros”.
El decano de la Facultad de Ciencias del Mar de Vigo, Jesús Souza, destacó la relevancia del descubrimiento, “porque se trata de una especie casi gigante para el grupo al que pertenece, ya que la media de esos moluscos no suele superar los cinco milímetros de longitud”.
Los trabajos que culminaron con la identificación de la ‘Zeidora antarctica’ comenzaron en 2006, con el estudio tasonómico de los moluscos y otras especies procedentes de la Antártida, pero no ha sido hasta este momento que se la reconoció como una nueva especie.
Uno de los primeros hallazgos de esta especie fue en 1860, en el archipiélago de Juan Fernández. Los biólogos la describieron así: “Concha pequeña, convexamente deprimida, el ápice se proyecta hacia atrás y abajo, sobre el borde posterior, de modo que la pendiente anterior ocupa toda la longitud de la concha; la pendiente posterior se reduce a un área pequeña alrededor de la espira apical (…) Zeidora es un género pequeño, representado actualmente por 16 especies” (Oscar Gálvez Herrera y Felipe I. Torres. Museo Nacional de Historia Natural, Chile).
Las especies de este género “se caracterizan por su pequeño tamaño, a excepción de Zeidora antárctica (…) que alcanza a 16,2 mm de largo. El conocimiento de este género es escaso y aún no se dispone de información sobre aspectos básicos de la biología de sus especies, pues la mayor parte de las descripciones están referidas exclusivamente a los caracteres de la concha, en base a muy pocos ejemplares”.
Su presencia, hasta este descubrimiento, se limitaba al Pacífico sur: en las islas Galápagos y Rapa Nui (Isla de Pascua).
