ste día, en el navío escocés ‘Wampray’ –también identificado como Whampreay-, que estaba haciendo su viaje inaugural, se detecta un incendio que estaba afectando a su carga de carbón, a la altura de la costa sur de la isla de los Estados.
El cargamento era transportado desde Glasgow hacia el puerto chileno de Iquique
La tripulación decidió con premura arrojar al mar la carga en combustión y la que fue dañada por el fuego, pudiendo controlar la situación. Pero al desbalancearse la carga de la bodega, “el resto de la carga sufrió un corrimiento que escoró peligrosamente la nave”. Al perder el equilibrio e inclinarse “comenzó a embarcar agua por la banda” (Histamar).
Cuando la tripulación comenzaba a flaquear en la lucha por la subsistencia de la nave, fueron avistados por la fragata alemana ‘Fritz Reuter’ de Hamburgo. Este barco acudió a rescatar a la tripulación que pudo sobrevivir a la emergencia, mientras el navío se perdía en las profundidades marinas.
La nave contaba con “casco de acero y aparejo de barca de cuatro palos, construida en el año 1891 en el astillero R. Duncan & Company, de Port Glasgow, Escocia, para el Señor T. C. Guthrie de Glasgow. Sus dimensiones eran de 86 metros de eslora, 12 de manga y 7 metros de puntal. Tenía un registro grueso y neto era de 1.931 y 1.795 toneladas respectivamente.
Fue uno de los tres siniestros ocurridos en pocos meses en torno a esa isla. El 20 de abril había naufragado, por la fuerte correntada, la fragata inglesa ‘New York’, en la zona oeste de la isla de Año Nuevo, al norte de la isla de los Estados. “Llevaba como cargamento 2.750 toneladas de carbón (…) de Swansea a San Francisco de California”
“Los cuarenta náufragos fueron recogidos el día 21 por la barca alemana ‘ Guttemberg’ (…) a bordo (…) falleció uno de los náufragos, el resto fue dejado en San Juan de Salvamento” (Carlos P. Vairo. Naufragios en el Cabo de Hornos).
En tanto, el 23 de diciembre de 1891, en el cabo San Diego, sobre el estrecho de Le Maire, encalló “la barca inglesa ‘Crown of Italy’, de matrícula de Liverpool, con 33 personas a bordo, entre tripulantes y pasajeros”. También su destino era San Francisco.
Uno de los sobrevivientes relató que el naufragio se produjo “a las 9 de la noche. Tomamos botes a las 3 de la mañana, víspera de Navidad, arribando mi bote y el del capitán al faro del cabo San Juan” (C. P. Vairo).
