n su paso por Ushuaia, donde se realizó la jornada “Abogacía Pública y Derechos Humanos”, el director de la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado Nacional (ECAE), Guido Croxatto, habló de la importancia en la formación de los cuadros profesionales que tienen a su cargo la defensa de los intereses nacionales. Calificó como primordiales los aspectos vinculados a la soberanía y al federalismo para el desarrollo del país.
La ECAE integra la Procuración del Tesoro de la Nación y fue creada hace casi treinta años, inspirada en la Escuela Nacional de Administración de Francia. Es la encargada de la formación de los abogados y abogadas que integran los servicios jurídicos nacionales. Allí se les brindan las herramientas que les permiten defender de la mejor manera el interés público.
Como lo explica su director, la ECAE tiene algunos objetivos fundamentales. “Hay un área de investigación que identifica problemas para el desarrollo nacional, problemas estratégicos y arma equipos de investigación integrado por especialistas académicos, investigadores y funcionarios –puntualiza Croxatto-. Trata de generar un acercamiento entre la teoría y la práctica que permita no solo hacer un diagnóstico crítico y realista de los problemas que tiene la Argentina sino tratar de proponer soluciones, de desarrollar herramientas para los problemas que hoy tenemos”.
En ese sentido puso de ejemplo “el área de investigación de la ECAE tiene como núcleo central de su trabajo el desendeudamiento externo, violencia de género, extranjerización de los territorios, defensa de la soberanía nacional en todos sus matices. Las recetas que funcionan en países centrales no son las que les sirven a países como Argentina, Perú, Chile o Brasil. Lo que trata en cada problema es de hacer un diagnóstico crítico situado histórica y geográficamente y luego tratar de proponer soluciones acordes a la realidad del país”.
Para el funcionario, “uno de los problemas que tiene la vida académica en general y que esta Escuela intenta no reproducir es que bajo una mirada eurocéntrica perdemos de vista las problemáticas locales y muchas veces repetimos a nivel académico-teórico recetas que no funcionan. Uno de los problemas que tiene la Argentina a nivel financiero, pero también económico es tratar de aplicar recetas pensadas para otra realidad, que en nuestros países no dan ningún resultado positivo. En general terminan favoreciendo dinámicas que llevan los recursos a los mismos países de donde importamos esas recetas. Es decir, que seguimos pensando como países de la periferia, como colonias cada vez más empobrecidas mientras el centro desde donde importamos esas recetas es cada vez más rico”.
La formación que se imparte en la ECAE se sostiene sobre dos pilares. Uno de ellos, que es indispensable, es la formación técnica.
“Entendemos que cualquier abogado que trabaja en el Estado tiene que tener una formación sólida para hacer bien su trabajo –sostiene su director-. Levantamos el nivel de exigencia de todos los programas académicos que se imparten en la Escuela, la especialización en Abogacía del Estado y la Maestría en Abogacía Pública. Son dos programas que hoy son más exigentes porque eso es lo que nos pidió el procurador: levantar el nivel de todas las actividades que se desarrollan en la Escuela porque lo que está en juego a través de esta formación es la defensa del interés público, la defensa de la Nación. En la medida en que capacitemos mejor a los abogados del Estado, mejor van a hacer su tarea y eso va a ser mejor para todos los argentinos”.
El otro pilar es “más difícil de transmitir” y apela al “compromiso personal y moral del abogado del Estado con su propio país, con la defensa de la soberanía nacional y de la Nación”, explica.
Es una enseñanza menos técnica y al decir de Croxatto “más vinculada a la historia argentina y requiere un compromiso personal interno de cada persona. Esa enseñanza intentamos retrasmitirla a través del ejemplo. Tratar de contagiar, sobre todo los abogados más grandes, que generalmente no son reconocidos, que hacen un trabajo poco visible en una oficina perdida, litigando contra intereses que siempre buscan vaciar el Estado argentino. Nosotros queremos reconocer a esos abogados y queremos que su trabajo y su ejemplo se conozcan. El lugar para ello es la ECAE”.
El director vuelvó a poner el acento en la soberanía, “que se defiende enseñándole a los abogados y al servicio diplomático a comprometerse en serio con ese trabajo y a no pensar que defender al Estado, la Patria o la soberanía es una mala palabra. A Guzmán lo atacaban hace dos semanas desde un importante diario por haber hablado de defender la soberanía nacional y no incurrir en posturas antiargentinas. Parece que un funcionario que defiende la soberanía de un país, nada menos que un ministro de Economía que está lidiando con el crimen de la deuda externa, hace mal su trabajo si defiende a su país. Eso es una contradicción seria que hemos naturalizado”.
