na investigación periodística saca a la luz la serie de medidas que ocasionó una notable pérdida de recursos al sistema previsional fueguino. La revista Ojo (N° 21. Río Grande, 17/12/2001) estimó que el perjuicio ascendía a 350 millones de pesos, en tiempos de paridad con el dólar.
El artículo parte del momento de la creación del instituto en 1985. El primer perjuicio se generó en el gobierno de Adolfo Sciurano, quien “dispuso la reducción de los aportes patronales a la mitad (del 15 al 7,5%). Esta situación se mantuvo durante los gobiernos justicialistas de Martín Torres, Adrián Fariña y Matilde Menéndez”.
El último gobierno territorial acordó que la deuda del gobierno nacional ascendía a 52 millones de dólares. Que el Acuerdo Nación Provincia I, convalidado por el gobernador José Estabillo, lo redujo “a 21 millones de dólares, que serían cobrados (en virtud del Acuerdo Nación Provincia II) en bonos (…) que redujeron aún más la percepción de los fondos”. Además, se demoró dos años el cobro de los bonos, cuestión que implicó una pérdida adicional de casi seis millones de dólares.
Los intentos de compensar el defalco producido mediante la cesión de bonos y títulos significaron otra pérdida de más de sesenta millones de pesos.
La declaración de emergencia previsional (leyes territoriales 486 y 497) consideró que el vaciamiento fue por “causa de fuerza mayor”.
La Ley 278 reiteró la emergencia, planteando que no era “exigible el pago de la contribución patronal” y que se pagaría en 72 cuotas, quedando impagos 6.615.976 pesos. La 460 planteó que lo adeudado sea cancelado en 120 cuotas.
El gobierno de Carlos Manfredotti consideró que de los fondos del entonces IPPS se habían “evaporado” 208 millones de pesos y como “solución final” dispuso que ese saldo pase al Fondo Residual.
Las jubilaciones anticipadas sumaron un perjuicio de más de tres millones de pesos.
Estas decisiones desembocaron en una crisis, que ocasionó reiteradas demoras en los pagos de las jubilaciones.
“En estos más de dieciséis años de vida, el sistema previsional fueguino sufrió constantes apropiaciones de sus recursos (…) Los gobernantes de tres partidos políticos vieron atractivos los fondos acumulados y sucumbieron a la tentación de aprovecharse de ellos. Ninguno pensó en el futuro ni en la amenaza que se cernía sobre los ahorros de miles de trabajadores del Estado” (op.cit.).
