Elogian el libro ‘La tierra maldita’ y a su autor Liborio Justo
EL 22 DICIEMBRE DE 1932

Elogian el libro ‘La tierra maldita’ y a su autor Liborio Justo

22/12/2021
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uien como el autor de este breve y modesto comentario ha vivido varios lustros de su vida en plena Patagonia no podrá leer los ‘relatos bravíos de la Patagonia, salvaje y de los mares australes’ magistralmente hechos por Lobodón Garra, sin sentirse profundamente emocionado” (Publicado en el periódico Libertad, el 1/1/1933). Así Domingo Y. Bonzi hace su elogio al libro ‘La tierra maldita. Relatos bravíos de la Patagonia salvaje’. Su autor, Liborio Justo, utiliza el seudónimo de Lobodón Garra, al no querer que lo identifiquen con su padre, el entonces presidente de la Nación Agustín P. Justo. Estas diferencias se fueron acrecentando hasta hacer eclosión en un acto oficial de homenaje al presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt, huésped del gobierno argentino. Liborio irrumpe al grito de ‘Abajo el imperialismo’, hecho que separó para siempre a padre e hijo.
Bonzi califica al texto como “un álbum de fotografías de canales, islotes, acantilados, lobos y loberos magallánicos; de selvas, montañas nevadas, lagos y monstruos patagónicos”.
Una aventura, sobre la navegación de sus canales, es relatada “con encantadora naturalidad que da al cuento la fisonomía inconfundible de la realidad vivida, que realza (…) la descripción exitosa del imponente paisaje del trayecto”.
En otro tramo, se refiere a “la figura del yagán solitario fumando mudo, ensimismado ¡quién sabe en qué raros pensamientos!, fija la mirada en el fogón generoso que disculpa un tanto ante la intemperie cruel, su triste desnudez; la lentitud con que vuelve la cabeza hirsuta, indiferente al ruido que le delata la proximidad de dos hombres blancos; son pinturas plenas de realidad evocadora (…) ‘La ruda fisonomía del indio’ escribe Lobodón Garra, porque así es en efecto, pues, siendo huraña e impenetrable la fisonomía del paisaje patagónico no puede ser otra la expresión de sus hombres ya que la naturaleza se refleja fielmente en los seres que produce”.
Luego alude al cuento ‘Palo vivo’, referido a los mitos que los hombres fueron tejiendo en las proximidades de la cordillera. “Los que hemos vivido en la región andina de la Patagonia sabemos bien de esos monstruos cuya existencia no podríamos negar y cuyos relatos ¡tantas veces! hemos escuchado de labios de viejos indígenas y chilenos, allá, junto al fogón del campamento (…) Es el Trelquehuecufe de la mitología araucana” (op.cit.).

Autor : Bernardo Veksler
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