Sobrevivientes españoles dudan y pierden el auxilio inglés
EL 7 DE ENERO DE 1587

Sobrevivientes españoles dudan y pierden el auxilio inglés

07/01/2022
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ste día, el corsario Thomas Cavendish ofrece repatriar a Perú a una veintena de sobrevivientes de la aldea española Rey Felipe. Los ingleses “bajan una embarcación que se dirige a tierra para ver quiénes son esos errantes insólitos”, que estaban caminando por la ribera norte del estrecho de Magallanes. Uno solo, Tomé Hernández, “acepta de buenas a primeras. Los demás vacilan largo tiempo en confiarse a un navío hereje. Y cuando al fin deciden aceptar la oferta, es demasiado tarde: un fuerte viento acaba de levantarse y Cavendish ha ordenado izar las velas. Ya se alejan los barcos, dejando a los desgraciados españoles condenados a la muerte” (Joseph Emperaire. Los Nómades del Mar).
Los sobrevivientes de los 293 colonos que dejó Pedro Sarmiento de Gamboa, se dirigían hacia Nombre de Jesús, la otra localidad fundada a la vera del estrecho, esperando encontrar un alivio a su situación desesperada. “Ellos esperaban un lugar menos desamparado, en el cual pudieran vivir juntos a la espera de algún socorro”.
Habían construido dos rústicos barcos para tratar de romper el aislamiento, pero una de las “embarcaciones se destrozó contra la costa a gran distancia del punto de partida, pero los ocupantes son salvados”. La otra quedó inutilizada
“A fines de 1586, los sobrevivientes, una veintena, resuelven tomar a su vez el camino de Nombre de Jesús, que creen ya socorrida. El camino está jalonado con los cadáveres de los 200 soldados que habían partido el año anterior. Cuando la tropa frenética llega a la Bahía Posesión”, se encontraron con los tres barcos ingleses.
Poco después, “Cavendish llegaba a la ciudad desierta del Rey Felipe. Los cadáveres estaban todavía en las casas ‘donde murieron como perros’. A pesar de todo, hasta los últimos días que precedieron el abandono, y después de tres años de miserias, se había aplicado una justicia severa, y del patíbulo colgaba aún el cuerpo de un ajusticiado. La fortaleza como sus cuatro bastiones estaba en ruinas. Hombre práctico, Cavendish se apoderó del único bien utilizable: los cuatro cañones de fierro que los españoles habían enterrado en el momento de su partida. Los corsarios permanecieron algunos días en la ciudad del Rey Felipe para rehacer su provisión de agua y de leña”. Cavendish denominó a este lugar Puerto del Hambre.
Tomé Hernández logró escapar de los ingleses en la bahía de Quintero, cerca de Valparaíso.

Autor : Bernardo Veksler
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