n la esquina de Pontón Río Negro y Magallanes, estos días se pudo ver a este chico vendiendo turrones a los automovilistas. En esta oportunidad, y con un lindo sol, un amigo lo vino a buscar para jugar al fútbol, pero el vendedor, con toda responsabilidad, hizo caso omiso del insistente petitorio y no dejó su puesto de trabajo. Un campeón del cual muchos tendrían que tomarlo como ejemplo.