n trabajo, publicado este día, toma en consideración varias investigaciones para llegar a la conclusión “que la carne fresca de los camélidos (guanacos, llamas, alpacas y vicuñas) tiene niveles de colesterol diez veces menores que la carne de cordero o vaca, por lo que su consumo sería recomendable y más saludable. También se ha comprobado que la carne de camélido, posee mayor tenor proteico (21,12%) que la carne de bovinos y ovinos (18 a 20%)” (feder-morante https://es.scribd.com).
La carne de guanaco tiene valores similares a la de otros camélidos, por esa razón se la identifica de manera genérica.
En el cuadro comparativo con otros animales de consumo, sobre contenido graso y proteico, resultan ser de mejor calidad. La carne “tiene un mayor contenido de proteínas en relación con otras carnes, y el bajo contenido de su grasa no incide en la formación de colesterol que responde a las necesidades y requerimientos del consumidor moderno”.
Cuadro Comparativo Nutricional de Carne
% Proteína % Grasa
Guanaco 24.82 3.69
Pollo 21.87 3.76
Vaca 21.01 9.85
Conejo 20.50 7.80
Cerdo 19.37 29.06
Oveja 18.91 6.63
Por otra parte, el estudio destacó que la carne de guanaco es sana, “ya que no tiene ninguna enfermedad contagiosa que pueda poner en peligro la salud de la población”.
También se contempló que la carne tiene “un aspecto semejante a la carne vacuna y no posee un sabor y aroma distintivo”.
Este estudio fue realizado en Bolivia para un aprovechamiento más acorde con sus cualidades, la carne de camélidos confronta con la falta de hábitos de consumo de la población, “por la escasa promoción de las bondades de estas carnes”.
Los camélidos sudamericanos se dividen en dos grupos:
Silvestres: guanaco y vicuña
Domésticos: llama y alpaca
“Las cuatro especies tienen el mismo cariotipo (2n=74) y pueden entrecruzarse, produciendo crías fértiles. En forma natural los cruzamientos interespecíficos no se producen, sino que son forzados por el hombre”.
Algunos trabajos de investigación han demostrado que los camélidos son hasta “un 58% más eficientes que los ovinos en transformar alimento (forraje) en peso vivo” (op.cit.).
De esta manera, el alimento ancestral de los selknam y haush sigue dando muestras de sus virtudes y potencialidades para la supervivencia humana en estas regiones extremas.
