n la previa de las reuniones de la comisión temática de la Convención Constituyente, que tiene la honorable tarea de definir el futuro de los próximos 20 o 30 años de nuestra ciudad, se dan situaciones de todo tipo: charlas, debates, preparativos de toda índole para hacer el trabajo más ameno. En este caso, nuestro amigo Niz no está en penitencia, sino que recibió una llamada importante y por el bullicio reinante en el recinto previo a constituirse en comisión, necesitaba silencio y su único reparo fue “irse al rincón”. Por suerte pudo llevar adelante la conversación.