Obrero es detenido, enviado a Ushuaia y sometido a torturas
EL 6 DE SETIEMBRE DE 1930

Obrero es detenido, enviado a Ushuaia y sometido a torturas

06/09/2022
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uchos presos sociales fueron detenidos cuando se produjo el golpe de estado que derrocó al presidente Hipólito Yrigoyen, el 6 de setiembre de 1930, “siendo luego pasados a la Isla Martín García y después de cuatro meses y días nos trasladaron, con otro contingente de presos comunes, al presidio de Tierra del Fuego”, así relata en su carta el obrero socialista José Berenguer las vicisitudes sufridas en el Presidio (Manuel Ramírez. La Ergástula del Sur).
Continúa: “Al llegar allí fuimos brutalmente apaleados y colocados bajo un régimen militar y en estado de reclusión (téngase en cuenta que éramos confinados y no penados)”.
El primer contingente de confinados obreros llegó a Ushuaia el 14 de marzo de 1931, “y fue recibido con una insólita marcha ejecutada por la banda de música que existía en el penal. El asombro de los que iban desembarcando ante semejante acogida tornábase en regocijo general, que poco a poco desarmaba las prevenciones (…) abrigadas. La ilusión apenas si duró unos minutos, pues apenas los confinados traspusieron el umbral del presidio una lluvia brutal de cachiporrazos y palos se encargó de volverlos a la realidad. Todo había sido una repugnante farsa, de una crueldad diabólica. Barbaridades que cuesta creer, porque lindan con la locura más abyecta”.
El gobierno de facto de José Félix Uriburu, en el primer año confinó a 88 obreros, “entre los cuales había menores de 18 y 19 años de edad -el despotismo cebaba sus odios en tiernas criaturas-, fueron vestidos como presidiarios, encerrados en celdas y víctimas de salvajes castigos. Meses y meses vivieron bajo un régimen de permanente terror”.
Diariamente se administraba a los confinados “fuertes dosis de golpes, palizas y castigos. Las torturas abatieron más de un organismo sano y robusto”.
El doctor Guillermo A. Kelly denunció esas violencias: “... a los 340 civiles se les ha maltratado con todo ensañamiento, llegando a fracturarles los huesos a varios y lesiones diversas a todos. Los calabozos mojados, con el preso desnudo durante tres o cuatro días seguidos, es moneda corriente: imagínese lo que esto significa con este clima. Retorcer testículos y llegar hasta apretar la cabeza en una prensa de copiar. Como es de suponer, yo me opuse terminantemente a tolerar, como médico del establecimiento, tales atrocidades y me dirigí en los principios del mes de enero al Ministro de Justicia...".

Autor : Bernardo Veksler
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