ste día, parte de Toulon la expedición comandada por Jules Dumont D’Urville, con los navíos ‘Astrolabe’ y ‘Zélée’, intentando superar la latitud alcanzada por James Weddell (74°34'S) en 1823.
Los problemas comenzaron a afectar la misión. Algunos tripulantes, en Tenerife, participaron de una pelea y fueron detenidos. En Río de Janeiro tuvieron que desembarcar a un oficial enfermo. En la travesía atlántica sufrieron problemas de salud debido a la carne en mal estado.
A fines de noviembre, llegaron al estrecho de Magallanes. Dumont derivó la marcha hacia esa exploración utilizando los mapas elaborados por Phillip Parker King entre 1826 y 1830.
Las embarcaciones, el 1 de enero de 1838, se vieron acorraladas por una masa de hielo, que les impidió continuar hacia el sur. “En los siguientes dos meses Dumont hizo intentos cada vez más desesperados para encontrar un pasaje a través del hielo que le permitiera llegar a la latitud deseada. Durante un tiempo los buques intentaron mantener un canal libre de hielo, pero poco después se quedaron atrapados de nuevo, tras un cambio de viento. Fueron necesarios cinco días de trabajo continuo para abrir un corredor en el hielo para liberarse” (Wikipedia).
Pudieron llegar a las islas Orcadas del Sur y Shetland del Sur y al estrecho de Bransfield. Pudieron alcanzar la latitud 66° 30’. Pero, las condiciones a bordo se habían deteriorado rápidamente: “la mayoría de la tripulación tenía síntomas evidentes de escorbuto y las cubiertas principales estaban afectadas por el humo de los fuegos de los barcos y los malos olores se hicieron insoportables.
“A finales de febrero de 1838, Dumont admitió que no era capaz de continuar hacia el sur, y siguió dudando de la latitud real alcanzada por Weddell. Por lo tanto, dirigió las dos naves hacia Talcahuano, en Chile, donde estableció un hospital temporal para los 58 miembros de la tripulación afectados por el escorbuto”.
Luego de recuperada la mayoría de la tripulación, pudo continuar viaje hacia “Nueva Zelanda, Nueva Guinea y Timor, desembarcó en Tolón, después de haber recorrido 12 mil leguas de costas y enriquecido a la ciencia con inapreciables descubrimientos, tanto geográficos, como de etnografía y ciencias naturales” (Revista Caras y Caretas N° 965, 18/8/1917).
Luego de ser galardonado por la Sociedad Geográfica, en 1842 murió en una catástrofe ferroviaria, junto a sus hijos y esposa.
