ste día, finaliza un relevamiento de cinco días del SENASA sobre la producción de moluscos bivalvos en el canal Beagle, con el propósito de verificar la calidad sanitaria y hacer las recomendaciones necesarias para adecuar esa actividad a las normas establecidas por la Unión Europea, con la perspectiva de posibilitar la apertura de ese mercado.
El organismo verificador de la sanidad y calidad agroalimentaria encomendó esa tarea a César Gentile, Adrián de Antueno, Luz Álvarez y Horacio Pico. La delegación fue acompañada por María Regina Silva de Recursos Naturales de la Provincia.
Se constató la no existencia de un “laboratorio de anatomopatología para control de enfermedades o de seguimiento de fitoplancton”. Se realizaron controles microbiológicos y se pudo confirmar “la presencia de organismos productores de PSP y DSP, aunque en baja densidad y no se detectaron diatomeas productoras de ASP” (Adrián G. de Antueno Berisso. Del arpón al palangre).
En las conclusiones se recordó que, desde 2000, la provincia “se encuentra promocionando en forma sostenida (…) el cultivo de mejillón en una amplia zona del Canal Beagle, teniendo como base una producción natural de moluscos que incluyen mejillón, almeja, cholga, navaja y algunos tipos de gasterópodos”.
Los profesionales corroboraron que “el lugar reúne condiciones para esta actividad (…) sin embargo, falta contemplar algunos aspectos operativos en especial los inherentes al control”.
Entre las recomendaciones elevadas se solicitó “al SENASA la clasificación de la zona propuesta”; la necesidad de establecer las zonas “que la provincia permite el desarrollo productivo de moluscos”; “se deben incluir los análisis necesarios, esto abarca también las condiciones del agua”; se debe “contar con un manual de procedimientos en el que se exprese la trazabilidad de los productos desde zonas de producción hacia sus destinos”; registros de “marisqueros artesanales y/o cosechadores de cultivo”; “una capacitación con énfasis en la trazabilidad de los productos, sus controles y análisis”; “seguridad y comunicación de los muestreos de laboratorio, registros y destinos de la carga” y “la adecuación de instalaciones que puedan operar como Centro de Expedición habilitado por el SENASA para realizar los despachos desde ese lugar a los destinos comerciales a los que se pretende llegar” (op.cit.).
