arece que el viento de la semana pasada hizo mella sobre algunos postes. No sabemos si realmente fueron ráfagas de alta velocidad, o que el planeta cambió su eje en algunos grados y el estoico madero se negó a adaptarse a esa nueva inclinación. ¿Será uno de esos misterios del planeta?, o algo más sencillo como que alguien se lo llevó puesto.