ste día, Casimira Lina de la Sierra Velázquez Retamar es citada a comparecer ante la Comisaría de Ushuaia. Para tomar las declaraciones, es nombrado “secretario en las actuaciones a producirse el empleado de esta Policía Gerardo Muñoz” (Arnoldo Canclini. Indios, policías y agitadores).
La mujer era buscada como posible testigo del crimen de Claudio Baliño, ocurrido en Río Gallegos. El jefe policial Horacio Villaurreta estaba en conocimiento de su inminente llegada a bordo del transporte ‘Patagonia’. Al ocurrir este día, es convocada de inmediato a la sede policial.
Al presentarse, declara que “conoce a Claudio Baliño” y que “fue pupila del lenocinio en Río Gallegos denominado ‘La Chocolatería’ durante el año 1934 y parte del 1935 sin poder determinar el mes que ingresó ni el que egresó; que en una oportunidad que el citado Baliño concurrió al lenocinio donde la exponente trabajaba, después de pasar visita solo una vez con la exponente y como se encontrara sin dinero para abonar el valor de la misma, dejó en calidad de garantía a la dueña del lenocinio, Rosa Armiño, un revólver empeñado, tamaño grande, ignorando otras características, que esa noche lo acompañaba una persona más o menos joven, cutis blanco, cabello rubio, de regular estatura, vistiendo un saco de cuero color marrón, pantalón oscuro y no usaba gorra ni sombrero y que al parecer era de nacionalidad española; que más o menos cinco días después, por comentarios públicos supo que Baliño había sido encontrado degollado en la playa”. Aseguró que esa noche “se encontraba algo alcoholizado, como igualmente su acompañante”.
De la Sierra dejó “constancia que al día siguiente de haber pasado visita Baliño con la exponente, este concurrió por segunda vez al lenocinio con el objeto de retirar el revólver que dejara anteriormente depositado y después de abonar la suma de cinco pesos le fue entregado, quedando adeudando la suma de un peso” y que “en esa oportunidad no se acompañaba de nadie”.
Sobre las sospechas que tenía la policía sobre León María Caligaris, apodado ‘Che Hermano’, la mujer sostuvo que no lo conocía.
Ante el escaso avance de la investigación, luego del testimonio de Casimira Lina de la Sierra, el mismo día, el jefe policial procede al cierre de las actuaciones y a remitirlas al Jefe de Policía del Territorio de Santa Cruz.
