ste día, el gobernador de facto de Tierra del Fuego, contralmirante (RE) José María Guzmán, brinda una conferencia de prensa en la sede gubernamental, donde da a conocer los sucesos acaecidos en el avión que viajaba, cuando fue desviado hacia Malvinas.
El 28 de septiembre, un DC-4 de Aerolíneas Argentinas había sido secuestrado por un comando encabezado por el militante peronista Dardo Cabo (25).
También integraron el denominado ‘Operativo Cóndor’: María Cristina Verrier (27), Fernando Aguirre (20), Ricardo Ahe (20), Pedro Bernardini (28), Juan Bovo (21), Luis Caprara (20), Andrés Castillo (23), Víctor Chazarreta (32), Alejandro Giovenco Romero (21), Norberto Karasiewicz (20), Fernando Lisardo (20), Edelmiro Jesús Ramón Navarro (27), Aldo Ramírez (18), Juan Carlos Rodríguez (31), Edgardo Salcedo (24), Ramón Sánchez (20) y Pedro Tursi (29).
Así lo explicó Guzmán: "Maria Verrier (…) me hizo sentar a su lado y me dijo: señor Gobernador vamos a las Malvinas. Y yo veía la ruta del avión normal a Rio Gallegos, pero a los 5 minutos (…) vi que el avión efectuaba un brusco giro (…) y empezaba a alejarse de la costa (...) Después (…) me senté al lado del (…) comodoro médico retirado Luciano Preto, quien iba a asumir el cargo de Subsecretario de Bienestar Social de la Provincia de Santa Cruz (…) En ese momento se acercó alguien a conversar conmigo, uno de los del grupo y yo me paré, y uno de ellos sacando una pistola me encañonó y me dijo que me sentara. El comodoro se incorporó como para increparlo, lo encañonó a él, le pegó un empujón y lo tiró hacia el asiento. En vistas de las circunstancias yo me senté y ahí quedamos hasta que aterrizó el avión”.
Luego habló del aterrizaje: “vino gente a prestarnos ayuda creyendo que era una emergencia (...) consiguieron que la iglesia anglicana y la iglesia católica faciliten el alojamiento (…) nos alojaron en las casas de los principales pobladores de la isla, donde hemos sido atendidos con la mejor buena voluntad y benevolencia. Mi posición como ustedes comprenderán fue automáticamente transformada en la de un pasajero más; sin entrar en tratativas en ningún momento con el gobierno local. Al día siguiente, esta gente se rindió por intermedio de la iglesia católica, donde fueron llevados hasta su evacuación. El viaje de regreso lo hemos hecho en el ‘Bahía Buen Suceso’, y estamos acá, que estimo únicamente gracias a Dios".
