Fuga de presos y sospechas de que “les abrieron la puerta”
EL 17 DE OCTUBRE DE 2012

Fuga de presos y sospechas de que “les abrieron la puerta”

17/10/2022
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sta madrugada, cuatro peligrosos internos del pabellón “B” de la unidad penitenciaria de Río Grande logran escapar luego de limar los barrotes de una celda y saltar tres muros, tras lo cual pudieron alcanzar el exterior sin ser vistos por los guardias.
La fuga fue protagonizada por David Ojeda, Claudio Fabián Borquez, Daniel Eduardo Villegas y José Cancino. Salvo este último, al que le faltaba poco para acceder a la libertad condicional (cumplía condena de 16 años de prisión por un crimen), los demás tenían condenas de prisión perpetua por homicidios.
La sugestiva facilidad de la fuga de estos peligrosos delincuentes, abrió interrogantes sobre la eficiencia del sistema penitenciario y la presunta complicidad interna. “Ahora la investigación de la fuga de los presos se ha centrado en el mismísimo personal de la penitenciaría, existirían indicios claros de que los presos contaron con la colaboración del personal penitenciario, se habla de una ‘zona liberada’, con tiempo suficiente para que los reos puedan escapar. La condena días atrás de cuatro uniformados por apremios ilegales, más otros policías procesados por igual causa, son motivo de análisis en estos momentos” (Tiempo Fueguino, 18/10/2012).
Las sospechas no fueron desmentidas por las autoridades, al dejar trascender que "les abrieron la puerta".
Por otro lado, los fugados tuvieron tiempo para ocultarse, dado que entre la fuga y el aviso al servicio penitenciario pasó "hasta una hora y media". La policía se enteró primero que el personal de la cárcel. El director del Servicio Penitenciario, Alberto Núñez, respondió con un categórico “hemos fracasado”, al ser consultado.
Luego, admitió que en las cuatro torres de control superiores no hay personal en ningún horario del día “y en la guardia externa no me da la cantidad de gente para cubrir todo el predio”.
El secretario de Seguridad, Daniel Facio, admitió falencias en la infraestructura de la Unidad de Detención en materia de vigilancia ante la falta de cámaras de seguridad y detectores de movimientos en los patios internos. Si bien intentó eludir las respuestas reconoció que el posible malestar de los efectivos haya generado la fuga.
Trascendió que existía malestar entre los agentes del servicio penitenciario por las condenas de algunos de ellos a 9 años de prisión por torturas y los procesamientos de otros.

Autor : Bernardo Veksler
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