García advirtió sobre las graves consecuencias si se derogara la 19.640
Proyecto para dejar sin efecto el régimen industrial

García advirtió sobre las graves consecuencias si se derogara la 19.640

El secretario de Industria y Promoción Económica de la provincia enumeró cada uno de los graves perjuicios que implicarían para Tierra del Fuego, una eventual caída de los sub regímenes promocionales, tanto en lo industrial como en lo laboral e impositivo.
18/10/2022
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l secretario de Industria y Promoción Económica de la provincia, Juan Ignacio García, describió cuáles serían las consecuencias tanto para la industria específicamente como para toda la población de la provincia, en caso que se concretara la derogación de la Ley 19.640 de promoción industrial y los sub regímenes que regula.
El funcionario contextualizó que actualmente, el sector bajo el amparo del régimen promocional genera “un poco menos de 12.000 empleos directos y cerca de 5.000 empleos indirectos, relacionados con servicios de comedor, seguridad, transporte, etc.”.
De tal forma, la mitad del empleo registrado de Tierra del Fuego depende del sub régimen de promoción industrial, mientras que la otra mitad se reparte entre comercio, turismo, otros servicios, “y un poco más de empleo productivo por fuera del sub régimen” consignó.
García fue al fondo del problema enorme y los graves efectos que acarrearía la derogación de la Ley “respecto del nivel de vida en Tierra del Fuego, de la población”. Si bien consideró que “es difícil dimensionarlo”, sí aseguró que, si se derogara, “no hay chance que no genere una situación social muy complicada con pérdida de muchísimos puestos de trabajo”.
Consultado acerca de la continuidad de las fábricas en la provincia si ya no contaran con los beneficios promocionales, el funcionario, palmariamente contestó: “No, definitivamente. En la ecuación de las empresas, los beneficios fiscales son los que posibilitan la producción”, y al respecto ejemplificó con el caso de las notebooks, “le quitás en el régimen y el producto deja de fabricarse acá”.
La problemática en tal hipotético caso sería más globalmente grave, por cuanto, según explicó, las empresas a las que ya no les convendría producir en Tierra del Fuego, “no se irían al continente a hacer lo mismo, sino que se irían al continente a importar productos terminados”.
Es que para muchos de los productos que se fabrican en la isla, no hay competencia de producción en el continente y sólo es viable producir en estas condiciones. “Lo mismo pasa -añadió- en Brasil y en México, sin regímenes especiales que favorezcan el desarrollo de estas actividades económicas que generan mucho empleo, el lugar donde estarían es Asia. Los países que tienen esas actividades lo hacen en base a alguna acción del Estado que los contiene estratégicamente por alguna razón vinculada a lo geográfico y a la necesidad de generar empleo en los propios países. Una necesidad global que, en un esquema de capitalismo liberal, muchos de esos empleados estarían necesariamente en Asia”.
Por su parte, reparó en lo que consideró “un desconocimiento absoluto” de quienes redactan estas iniciativas legislativas, acerca “de las capacidades industriales que se generaron, y que por lo tanto, desde esa mirada, no hay ninguna pérdida en desarmar esto”. Así ejemplificó García al respecto: “La posibilidad que tuvo el país de contar con respiradores artificiales en un momento crítico, para esta gente eso no existe, es trivial. Es la mirada que suelen tener los liberales, donde las condiciones de oferta, las capacidades productivas, no son algo relevante, si uno quiere producir, produce y si no quiere producir, no se produce. La inversión hace producir y no hay que aprender. Eso es una falacia, perder esto además implica perder capacidades industriales y que si ese régimen no estuviera, no estarían disponibles en otro lugar”.
Por otra parte, en relación con las recientemente anunciadas inversiones en materia hidrocarburífera, tipo de producción que logró su incorporación al régimen promocional, el secretario explicó el inconveniente grave que implicaría la derogación, al indicar que “de la mano de eso vienen inversiones previstas en agregado de valor que permitiría materializar el polo petroquímico. Por un lado, es una posibilidad concreta porque se hacen las inversiones en exploración necesarias para tener el gas para seguir avanzando. Segundo, porque están los beneficios promocionales y además, porque la prórroga del sub régimen industrial generó a través de la obligación de realizar inversiones e incentivos adicionales, que las empresas de Tierra del Fuego se involucren en otros sectores”.
Abordando las consecuencias que la caída de la 19640 provocaría en términos generales en la provincia, Juan García informó que “de manera inmediata habría que pagar impuesto a las ganancias, bienes personales y el IVA en todas las operaciones comerciales dentro de Tierra del Fuego, que hoy están exentas. Si se suben 21 puntos sobre estas actividades, definitivamente los precios no se van a quedar quietos, lo que implicaría una pérdida inmediata del salario real, básicamente por la obligación de tener que pagar estos impuestos en un contexto de fortísima caída de la actividad económica local como consecuencia de la pérdida de empleo en los sectores industriales”.
Finalmente aventuró que el proyecto de derogación de la Ley tan fundamental para la provincia “probablemente no tenga chances de prosperar”. Pero, en cambio, alertó que la iniciativa “evidencia que hay sectores que creen que las cosas se pueden arreglar, así como en ese realismo mágico que plantea que si corremos al Estado de acá, lo que sucede después es que se reacomodan los recursos, bajan los precios, aumenta la oferta, cosas que no se suelen verificar en la realidad”.

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