ste día, los análisis del agua de las napas subterráneas de la ciudad de Trelew, indican que resulta ser ideal para la producción de cerveza. La firma Lockwood y Cia. de Buenos Aires, informa sobre las muestras de aguas enviadas para ser analizadas. Después de consignar los distintos valores de sus componentes, en el renglón “Observaciones” llega a la siguiente conclusión: “Excelente en cuanto a apariencia, reacción, depósito, color y olor. Conceptuada como una de las mejores para la fabricación de cervezas” (Matthew Henry Jones. Trelew. Un desafío patagónico).
Desde 1912 estaba funcionando la “cervecería ‘La Argentina’, cuyo propietario el señor Kurt Guttwein hizo famosa a su cerveza, a la que le puso el nombre ‘Chubut’ (…) que en pocos años llegó a tener un lugar de preeminencia entre sus similares en todo el país”. Fue la cuarta industria que se llegó a instalar en la ciudad.
El problema del agua corriente presentaba entonces dificultades para su resolución. Por esa razón, “se le autorizó al señor K. Guttwein a instalar un molino a viento (…) Muchos se preguntaban a qué se debía la extraordinaria calidad la cerveza ‘Chubut’, pero muy pocos tenían conocimiento que ello se debía primordialmente a la calidad del agua empleada para su elaboración, la que, enviada a Europa para ser analizada, resultó ser, por sus componentes, ideal para este fin”.
Los logros comerciales de la cerveza también se debieron a la experiencia adquirida en Alemania por Guttwein, antes de venir a la Argentina. La aceptación obtenida por la cerveza “en algunas provincias del norte y en toda la Patagonia se debía tanto a la calidad como a los precios que cotizaba el producto. En un aviso publicado en la prensa local se consignaba los siguientes valores: “Cervezas blanca o negra $2,70.- m/n la docena. En barriles $0,27 m/n el litro”.
Por mucho tiempo esta industria fue una segura fuente de empleo para la población local. La cerveza conquistó el mercado y, en toda la zona eliminó “prácticamente la competencia de sus similares ‘Quilmes’ y ‘Palermo’” (op.cit.).
La crisis que estalló en 1929 en Wall Street y que se extendió a todo el mundo capitalista, también tuvo consecuencias en la Patagonia y la industria cervecera sufrió la parálisis de sus ventas. En marzo de 1932 se decretó su quiebra, que representó un fuerte retroceso en la zona de Trelew.
