n la Reserva Natural Urbana Bahía Encerrada, como en Playa Larga, pasear a perros está explícitamente prohibido debido al impacto que generan en la fauna nativa. Básicamente, el perro es interpretado como un predador que perjudica a una amplia diversidad de aves. Así como ocurre en la costa, lo mismo supone suceder en la montaña. Llevar a los perros como compañía para travesías también debería estar prohibido y señalizado… pero no sucede y uno ve cada vez más mascotas en los senderos de la ciudad y la provincia.