lrededor de esta fecha, el periodista M. Zorrilla, director del diario El Magallanes, acepta la propuesta de Marcel Bouilloux-Lafont, gerente general de la compañía francesa Aeropostale, de efectuar un raid aéreo que incluía la ruta Río Gallegos-Buenos Aires-Santiago. El vuelo tendrá como piloto al luego famoso escritor Antoine de Saint Exupéry.
Zorrilla describió sus impresiones de viaje “despachando sucesivos telegramas, publicitados de manera íntegra en el decano regional. En Comodoro Rivadavia entregó el siguiente cable: ‘Después de seis horas de magnífico vuelo (…) llegamos a Comodoro, el vuelo se ha efectuado a dos mil metros de altura, a razón de ciento ochenta kilómetros por hora, debido a que la estabilidad casi perfecta del avión y espléndido tiempo que permitieron contemplar los más atrayentes panoramas. Seguiremos mañana a las cinco treinta horas para llegar por la tarde a Buenos Aires (…). Pilotea el aparato el hábil técnico francés, Sr. Saint Exupéry’” (Diario La Prensa Austral. Punta Arenas, 11/4/2019).
Eran tiempos precursores de las iniciativas aéreas en la zona austral. “Esto se efectuaba en el momento histórico en que el aventurero y aviador alemán Gunther Pluschow concretaba una serie de proezas aéreas que alimentaban la imaginación popular, transformando al piloto germano en leyenda viviente. Además, estaba fresco en la retina y en la memoria de miles de magallánicos, la llegada al territorio de Arturo Merino Benítez y el accidente que estuvo a punto de costarle la vida, pero que redundó, una vez vuelto el militar chileno a Santiago, en la creación de la Fuerza Aérea Nacional”.
Luego de ser agasajado por sus colegas de Buenos Aires, el periodista magallánico, “-siempre por vía aérea- se trasladó a Santiago en donde fue recibido por el Presidente de la República, Carlos Ibáñez del Campo, a quien le expresó: ‘Magallanes está más cerca de Buenos Aires que de nuestra Capital’”.
Saint-Exupéry trascendió como autor de una obra escrita y pensada para niños y jóvenes, pero celebrada por adultos de todo el mundo: ‘El Principito’. También pasó a la posteridad como un pionero de las rutas aéreas patagónicas y como piloto voluntario de las fuerzas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial, donde pereció en una de sus audaces acciones, al caer la aeronave que conducía en aguas del mar Mediterráneo.
