Proponen que a Puerto Cook sólo vayan presos incorregibles
EL 8 DE MAYO DE 1902

Proponen que a Puerto Cook sólo vayan presos incorregibles

08/05/2023
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n la edición de este día, el diario La Nación publica una entrevista a Carlos Gallardo, quien había sido enviado, en el mes de febrero, por el Ministerio del Interior a inspeccionar el presidio militar de Puerto Cook.  

Gallardo considera que “al presidio de la Isla de los Estados deben ir los penados incorregibles, los que no se modifican, aun con un buen alojamiento; y no los militares, que a veces son condenados por faltas de escasa importancia” (J. Carlos García Basalo. Presidio militar en la Isla de los Estados. Revista Todo es Historia N° 366, enero de 1998).

La subsistencia del presidio militar estaba generando un intenso debate en Buenos Aires, debido a que, a pesar de “las calificadas opiniones adversas a la permanencia del presidio y la casi certeza de que se dispondría su traslado a otro punto, se emprenden nuevas construcciones y prosigue el envío de condenados. Así en octubre de 1901, el transporte ‘Santa Cruz’ zarpa de Buenos Aires conduciendo al presidio militar otra remesa de condenados”.

El retorno de Gallardo a Buenos Aires despertó expectativas sobre las disposiciones que podría adoptar el Ejecutivo Nacional al respecto. El viaje del enviado oficial “coincide con la difusión de noticias que dan cuenta de actos de indisciplina producidos en el destacamento que custodia el presidio militar”.

La entrevista periodística procura recoger precisiones sobre las inquietantes versiones que estaban circulando. Gallardo es categórico en sus afirmaciones: “El clima de la Isla de los Estados es uno de los más malos que se conoce. Llueve aproximadamente 280 días al año y la humedad es enorme. La nieve, el viento, el frío, son fenómenos que caracterizan la región (…) esa humedad constante, unida a la falta de sitio para hacer ejercicio hace que los penados del presidio militar estén expuestos a adquirir enfermedades graves cuyo desenlace no se hace esperar”.

Luego, afirma: “La mortalidad alcanza entre los penados al 10% (…) La regeneración moral del individuo no puede efectuarse en este medio perfectamente inadecuado para el objeto”.

Gallardo concluye que fue “un gran error la permanencia de ese presidio en el sitio que se encuentra. Puede afirmarse que los que establecieron el presidio militar en Cook no tuvieron la más remota noción de lo que son los establecimientos penales” (op.cit.).

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