ste día, se difunde la noticia del hallazgo de oro de alta ley en Punta Dúngeness por parte de un emprendedor argentino.
“El secretario regional ministerial de Minería, de la región, Rodolfo Arecheta, confirmó que hay dos hallazgos de oro en la zona, a cierta profundidad y también sobre la superficie. El seremi detalló que el inversionista argentino, Aldo Cataldo, “ha exhibido muestras rudimentarias del metal, pero con muy buenos resultados, ya que es un oro de alta ley” (Revista Minería de Chile. Santiago, 29/6/2011).
El hallazgo de Punta Dúngeness originó una solicitud de exploración minera sobre mil hectáreas, que es el tope máximo permitido por la legislación chilena.
“Ante el fuerte repunte en la cotización internacional del oro, se están reabriendo una serie de yacimientos que estaban paralizados tras el bajo valor del metal a principios de la década pasada (…) la exploración también está creciendo, verificándose que en la región de Magallanes (…) se abrió la opción de explotar el mineral dorado”.
Arecheta está trabajando en una presentación de un proyecto a través de un concurso a nivel regional, “que se alimenta con los derechos de explotación de los CEOP`s, para hacer un perfil prospectivo de otras áreas, que antiguamente fueron ricas en oro, específicamente el Cordón Baquedano en Tierra de Fuego (…) Agregó que los indicios de que existiese este metal en las provincias de la región ha sido ratificado. ‘En Tierra del Fuego y Puerto Williams está presente el oro, al igual que en las islas Nueva, Picton y Lennox, hay hallazgos del metal, pero sí es más costoso el trabajo en el lugar y poco expedito el acceso’”.
Cataldo, vinculado a empresas petroleras argentinas, “terminó ya la fase exploratoria, e inició el proceso para obtener una concesión de explotación, por lo tanto, ahora está en el proceso de mensura para proveer de información al Sernageomin. Esperamos con los resultados promisorios de estos estudios, incentivar la inversión nacional o extranjera, para la explotación del oro en la región”, concluyó Arecheta (op.cit.).
Finalmente, el proyecto del empresario argentino quedó paralizado, porque los terrenos donde pretendía establecer la extracción aurífera no eran fiscales como imaginaba, sino propiedad privada y parte de ellos, la zona aledaña al faro Punta Dúngeness, administrados por la Armada chilena, cuestión que dificultó la concesión y la explotación.