ste día, un “marinero indignado con las autoridades del buque filmó todo con su celular. Sucedió en un barco de la empresa Viera-Newsan, frente a la mirada cómplice de un inspector oficial” (Clarín, 7/10/2015).
El buque depredador es el ‘Vieirasa Dieciseis’, perteneciente “a la empresa Vieira, asociada con Newsan, la principal exportadora pesquera del país”. Había partido “de Puerto Deseado y el 21 de setiembre se encontraba en una zona muy rica en langostino llamada ‘Nación’, equidistante entre Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia. Ese día, el buque ya tenía colmada su capacidad de bodega de 110 toneladas, pero su máximo responsable, un español de apellido Modesto, ordenó volver a pescar durante tres horas y media más”.
“Yo no sé si voy a volver a trabajar después de esto, pero alguien lo tenía que mostrar para que todos empecemos a hacer las cosas como se deben hacer”, señaló “Martín Triay, marinero desde hace 20 años, que usó la cámara de su celular para mostrar una de las peores caras de la pesca: el descarte al mar de grandes cantidades de pescados o moluscos. No es lo más habitual, pero en este caso, el video mostró como entre 8 y 10 toneladas de langostinos fueron devueltas -ya sin vida- a las aguas del Atlántico austral. ‘Esto se llama de-pre-da-ción’, enfatizó el pescador en un tramo del video”.
“No había ninguna necesidad de hacer ese lance largo, pero ese hombre no sabía trabajar. Acá la mayoría de los barcos son cuidadosos y trabajan con lances cortos que arrastran (las redes) de 5 a 15 minutos. Con eso alcanza”, explicó Triay.
Además de capturar mucho más langostino del que podía llevar, “las dos enormes bolsas colmadas de langostino de muy buena talla y calidad permanecieron sobre la cubierta hasta la noche, cuando Modesto ordenó que sean arrojadas de nuevo al mar”.
“Si se hubiese volcado rápido hubiésemos salvado al menos una parte de la pesca, la de arriba, que viene medio vivo. Pero ni eso se hizo bien”, describió el marinero.
Triay denunció también que “había un inspector oficial a bordo que, inexplicablemente, no hizo nada para evitar semejante acto de depredación”, producido justo cuando en la Argentina hay sectores que impulsan el “descarte cero” y cuando la mayor parte de los empresarios del sector estaban en España, participando de un congreso de la FAO cuyo tema central era cómo evitar la sobrepesca de langostino.