a atención de la salud es un pilar fundamental de cualquier comunidad, y su éxito depende en gran medida del compromiso y la dedicación del personal que forma parte del sistema sanitario. En el contexto actual, donde las dificultades económicas y las barreras en el acceso a la vivienda se entrelazan con las complejidades propias de la profesión médica, es imperativo abordar de manera integral la retención del personal de salud en Tierra del Fuego. Sin duda alguna, casi con los mismos beneficios fiscales, Tierra del Fuego se ha vuelto menos competitiva en términos salariales por razones ajenas a su propia realidad económica.
La eliminación del impuesto a las ganancias a nivel nacional para los profesionales y trabajadores con salarios inferiores a dos millones de pesos ha equiparado los ingresos entre los profesionales de la salud en Tierra del Fuego y aquellos que residen en otras provincias argentinas, generando oportunidades económicas equiparables para el personal médico especializado. Sumado a esto, las dificultades de acceso a la vivienda en la provincia por los altos valores de las propiedades y el costo de los alquileres ha generado un escenario complejo para incentivar la radicación de nuevos profesionales de la salud.
Por esto mismo, es esencial reconocer estos desafíos y abordarlos de manera proactiva.
El gobierno de Tierra del Fuego ha demostrado su compromiso con la salud pública mediante inversiones significativas en infraestructura. La construcción del nuevo centro de rehabilitación en Ushuaia y la ampliación en curso del HRU son hitos importantes que fortalecerán la capacidad de atención médica en la provincia.
Por esto mismo, si bien las inversiones en infraestructura son cruciales, la retención del personal de salud debe ir de la mano con la creación de nuevas y modernas instalaciones. De igual forma que se avanza en un aspecto, es necesario realizar políticas públicas para que infraestructura, equipamiento y profesionales de la salud avancen en forma sincronizada. Para esto, resulta imperativo desarrollar un sistema de incentivos múltiples que aborden las necesidades específicas del personal médico en Tierra del Fuego.
Estos incentivos podrían incluir programas de vivienda asequible, facilidades impositivas adicionales, oportunidades de desarrollo profesional y educación continua, entre otros. La implementación de medidas que fidelicen al personal actual y atraigan nuevo talento es esencial para garantizar la continuidad y la mejora de los servicios de salud en la provincia.
Es verdad que la inversión en infraestructura es un paso fundamental, pero la retención del personal de salud requiere una estrategia más completa. A medida que Tierra del Fuego avanza en su compromiso con la salud pública, debería idearse un sistema de medidas progresivas que no solo retenga al talento existente, sino que también fomente la llegada de nuevos profesionales.
En este desafío colectivo, el bienestar de la comunidad depende de la salud y la dedicación de quienes trabajan incansablemente en el sector médico.
