ste día, un cuatrimotor Douglas C-54 Skymaster, matrícula 2-GT-1, efectúa el primer sobrevuelo del Círculo Polar Antártico de una aeronave nacional. Había partido de la localidad santacruceña de Piedrabuena.
En ese tiempo, se vivían momentos de tensión con el Reino Unido que se sentía dueño del Atlántico sur y Antártida. La irrupción argentina en la zona, con la presencia permanente de navíos y asentamientos en tierra, ahora se sumaba al escenario la de aeronaves argentinas. “Los súbditos de la corona (británica) quedaron atónitos al observar como un avión cuatrimotor argentino lanzaba grandes paquetes sobre los barcos argentinos, los cuales contenían el correo y órdenes para los mismos (…) En este vuelo, que representó el primer cruce del Círculo Polar Antártico por una nave que había despegado en el continente americano, también arrojaron bolsas de correspondencia con diarios y revistas en el Destacamento Naval Melchior” (Pablo Fontana. La Pugna Antártica).
Ese vuelo pionero, fue protagonizado por el contralmirante Gregorio A. Portillo; los capitanes de corbeta Gregorio Lloret, Mario A. de Ugarriza y Alfredo Walter; el teniente de navío Jorge A. Bassi; el suboficial segundo Luis A. Muñoz, los cabos principales Mario A. Pepe, José M. Lezana y Antonio González.
El objetivo principal del vuelo fue “demostrar que las comunicaciones aéreas entre ambos continentes son factibles mediante el conocimiento de la meteorología antártica a fin de evitar las perturbaciones ciclónicas, especialmente sobre el Drake, región atravesada por frecuentes depresiones y una de las más tormentosas del mundo, donde el viento sopla con intensidad de huracán” (Fundación Marambio).
También se pudo comprobar “la proximidad de la estratósfera a la tierra por lo cual la Antártida resulta envuelta en un manto caliente, lo que da lugar a una inversión de temperatura. Esta comprobación realizada permitió volar a una altura donde la temperatura era más moderada que en la superficie” (FM).
A bordo del Douglas C-54 “se encontraba el camarógrafo Pedro Pouchulu del noticiario ‘Sucesos Argentinos’, quien filmó el viaje y también fotografió el recorrido con el objetivo de encontrar un lugar apto para construir una pista de aterrizaje. Luego de atravesar el
Círculo Polar y sobrevolar Bahía Margarita, donde se hallaba la base británica, Portillo emprendió el regreso” (P. Fontana).
Autor Bernardo Veksler