n este contexto, es fundamental que la dirigencia política trabaje en unidad para abordar los desafíos que enfrenta la comunidad fueguina.
Lamentablemente, observamos revueltas políticas en la ciudad de Río Grande que evidencian la falta de construcción de consensos. Los enfrentamientos y la confrontación han prevalecido sobre el diálogo y la búsqueda de soluciones concretas para enfrentar los múltiples y variados problemas que se presentan por estos momentos en la provincia.
Sucede que, en lugar de cerrar filas y trabajar en conjunto, se perpetúan divisiones que obstaculizan el progreso y el bienestar de nuestra sociedad. Por ejemplo, es válido preguntarse qué se busca con tan alto nivel de conflicto y si las energías de la dirigencia no debieran estar puestas del lado de encontrar soluciones a los graves problemas que se están sucediendo.
Por esto mismo, es necesario reestructurar el entramado político local frente a la tensión política que se está viviendo desde el nivel nacional, con la sucesión de conflictos que estamos viviendo entre la Casa Rosada para con gobernadores e intendentes de todo el país.
Entonces, es momento de redoblar esfuerzos para consolidar el diálogo institucional hacía dentro de Tierra del Fuego y procurar reequilibrar el escenario político y trabajar conjuntamente en nuevas soluciones para las crisis que se han desatado en áreas como la obra pública, educación en todos sus niveles y en la salud de población de Tierra del Fuego.
En referencia a los hechos que ocurrieron ayer con la apertura de las sesiones del Concejo Deliberante de la ciudad de Río Grande, es hora que los concejales trabajen en conjunto con la intendencia, así como todos los actores políticos de la provincia, y se prioricen el interés común sobre las agendas personales y políticas de caras a las elecciones intermedias del 2025 o de las provinciales y municipales del 2027.
Para esto mismo, es imprescindible alterar conductas propias e imponerse la autodisciplina del diálogo y la construcción de consensos.
Tierra del Fuego tiene necesidad, más que nunca, de liderazgos comprometidos y fuertes que trabajen en pos de rumbos claramente definidos. Para esto, es imprescindible dejar de lado las disputas partidistas y trabajar colectivamente para encontrar soluciones a los problemas urgentes que afectan a los vecinos de cada una de nuestras ciudades.
En Argentina se terminó la ¨fiesta¨ que estuvimos acostumbrados a vivir, y quien no advierta la gravedad de la crisis que golpea a cada uno de los sectores solo expone sus vulnerabilidades y miserias como dirigente.
Como hemos venido planteando en este espacio, el diálogo, la colaboración y el consenso son fundamentales para superar los nuevos desafíos que enfrenta Tierra del Fuego y construir así un futuro que traiga certidumbre y equidad para toda la población fueguina.