lrededor de esta fecha, en la parte chilena de Tierra del Fuego, encuentran restos humanos cerca de los hierros retorcidos y oxidados de un avión accidentado sesenta años atrás, donde habían muerto sus once tripulantes.
La prensa chilena había informado que “un grupo de turistas habían encontrado en el sector del fiordo Almirantazgo, ubicado al sur de bahía Inútil en la isla Tierra del Fuego, internándose a una distancia de aproximadamente una hora y media de la playa, los restos de un avión”. Luego se precisaba que se habían encontrado “los restos de una aeronave bimotor completamente destrozada, además de restos óseos, dos hélices de cuatro paletas, y otros elementos pertenecientes al avión (Radio Polar).
Más adelante, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) confirmó que se trataba de un avión Avro Lincoln MK II, perteneciente a la Fuerza Aérea Argentina, matrícula B-019, desaparecido en vuelo mientras cubría la ruta de Río Gallegos a Ushuaia, el 22 de marzo de 1950, con once tripulantes, después de reportar su posición sobre lago Fagnano”.
Sus restos “permanecieron en el misterio hasta abril de 1983, fecha en que fueron encontrados casualmente, por montañistas de la Universidad de Magallanes en la Cordillera de Darwin, en el extremo sur de la Isla Tierra del Fuego, a unos 200 km. de su aeropuerto de destino”.
“El reciente descubrimiento de restos humanos cerca del fuselaje destrozado de un avión de guerra desaparecido en 1950 (…) impactó fuerte en Viedma y Patagones. Es que aquella aeronave, que se precipitó mientras cubría la ruta de Río Gallegos a Ushuaia, era piloteada por Bautista Faustino Mendioroz, integrante de una conocida familia local” (Diario Río Negro).
El avión “después de reportar su posición sobre el Lago Fagnano se precipitó sobre el glaciar aparentemente por un brusco cambio de las condiciones climáticas. Otras dos naves habían partido previamente, pero alcanzaron a cumplimentar la ruta”.
La localización de la aeronave siniestrada había tenido un primer episodio en 1983, cuando “algunas piezas del fuselaje habían sido registradas por una expedición que arribó el área del seno Almirantazgo, donde 33 años antes se estrelló el avión bombardero de la Fuerza Aérea Argentina Avro Lincoln matrícula B-019. Pero recién ahora se determinó la existencia en el lugar de restos de sus tripulantes” (Diario Río Negro).