ste día, llega a Punta Arenas el papa Juan Pablo II, luego de la exitosa mediación realizada a través del cardenal Antonio Samoré. La intervención del Vaticano se produjo cuando el enfrentamiento bélico entre los gobiernos dictatoriales de ambos países parecía inexorable.
El broche final de su gestión de paz se consumó con el plebiscito del 25 de noviembre de 1984, donde la gran mayoría de la ciudadanía argentina se pronunció a favor de la propuesta papal. Esta consulta popular abrió la puerta a la firma del acuerdo final entre los gobiernos de Chile y Argentina, por el litigio en la delimitación fronteriza en el canal de Beagle.
El jefe de la Iglesia Católica, al mediodía, realizó un populoso acto en el estadio fiscal de la capital magallánica, que se denominó “Encuentro por la Paz y con la Zona Austral”.
En su visita austral, el Papa visitó Puerto Montt, donde navegó por el seno de Reloncaví y celebró una misa con gran participación de pescadores y trabajadores del mar. En Concepción, celebró la eucaristía dominical en el hipódromo, donde participaron los trabajadores de los yacimientos carboníferos de Lota. En Temuco, tuvo un encuentro con los pueblos aborígenes chilenos, con los que intercambió obsequios y Juan Pablo II rezó el padre nuestro en mapudungún, la lengua del pueblo mapuche.
Su viaje apostólico continuó hacia Buenos Aires, donde también llevó a cabo una nutrida agenda.
Años después, al dedicar la diócesis local una eucaristía por la canonización de Juan Pablo II en la catedral de Punta Arenas, el obispo Bernardo Bastres lo destacó como un hombre que trabajó mucho y estuvo muy preocupado en canonizar y santificar a muchas personas, ayudando a vivir de manera coherente y profunda el Evangelio y “haciendo ver a los cristianos que la santidad es posible” (La Prensa Austral).
Luego, el prelado afirmó que “la región debería estar siempre agradecida por la intervención que hizo el papa Juan Pablo II para lograr la paz con Argentina en el conflicto limítrofe de las islas al sur del canal Beagle” que “no sólo sancionó los límites sino que creó el Tratado de Paz y Amistad, que ha permitido que las Fuerzas Armadas de ambos países puedan trabajar juntas en la región”.
