n medio de un complejo panorama económico en el país, la provincia se encuentra navegando aguas turbulentas en el ámbito de la asistencia social, enfrentando la falta de diálogo y recursos provenientes del Gobierno Nacional.
La ministra de Bienestar Ciudadano y Justicia de Tierra del Fuego, Adriana Chaperón, compartió sus preocupaciones y reflexiones sobre esta situación que afecta directamente a la población más vulnerable.
Chaperón destacó la importancia de mantener una comunicación fluida con las autoridades nacionales para comprender los lineamientos y políticas en materia de asistencia social. Sin embargo, lamentó la falta de respuesta a las solicitudes de reunión tanto con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, como con el secretario de Niñez, Adolescencia y Familia.
En palabras de Chaperón, "hemos tenido hace unos 10 días una segunda reunión en Buenos Aires con 12 de los 24 ministros de la cartera, solicitando lo mismo, una reunión con la ministra Pettovello para saber cuáles son los lineamientos". Esta falta de diálogo deja a la provincia en la oscuridad respecto a las políticas y recursos que podrían estar disponibles para abordar las necesidades sociales urgentes.
La discontinuidad en la relación con el Gobierno Nacional ha generado incertidumbre sobre la continuidad de los programas de asistencia social. Según Chaperón, "hasta ahora los programas que se venían ejecutando no han concluido, tenemos todavía un plazo para rendir los programas que se venían ejecutando de la gestión anterior. Pero tampoco sabemos qué programas de esos van a continuar o no". Esta falta de claridad dificulta la planificación y ejecución de acciones en el ámbito local.
La creciente demanda de asistencia social ha colocado a la provincia en una situación delicada. Chaperón señaló que "estamos teniendo una demanda en la ciudad de Río Grande de casi 40 personas por día requiriendo alguna ayuda, un poquito menos en Ushuaia, pero también con mucha necesidad". Esta situación se agrava con la llegada del invierno, que dificulta aún más la situación de quienes necesitan asistencia para calefaccionarse y enfrentar los aumentos en los servicios básicos.
En respuesta a estas necesidades, la provincia está trabajando en la implementación de una tarjeta de asistencia alimentaria similar a la tarjeta Alimentar de la Nación. Chaperón explicó: "Estamos trabajando en una tarjeta similar a la tarjeta Alimentar que tiene Nación. Estamos trabajando también con el banco para poder tener esto". Sin embargo, reconoció que estos esfuerzos son insuficientes para abordar completamente las necesidades de la población vulnerable.
La falta de empleo y la emergencia económica que reclama, por ejemplo, la Cámara de Comercio de Ushuaia, también contribuyen a la situación precaria en la que se encuentra la provincia. Chaperón expresó su preocupación por la pérdida de empleos y la creciente cantidad de personas que solicitan ayuda para cubrir no solo los alquileres, sino también los servicios básicos que no pueden pagar.
La provincia enfrenta desafíos en materia de asistencia social debido a la falta de diálogo y recursos por parte del Gobierno nacional. Aunque se están implementando medidas locales, se requiere una colaboración más estrecha y un apoyo financiero adecuado para hacer frente a las crecientes necesidades de la población vulnerable, especialmente en el contexto de la crisis económica y el invierno que se avecina.
