n Ushuaia larga una carrera de Trail de nivel internacional. Qué maravilla, ¿no? Salvo por un pequeño detalle: En la largada incluyeron fuegos artificiales. Sí, leyeron bien. Fuegos artificiales en una ciudad donde están prohibidos. La ironía es tan gruesa que no puede pasar desapercibida. La organización Valholl, en su infinita sabiduría, ha decidido que la contaminación acústica y el riesgo de incendio son detalles menores, insignificantes ante la monumental importancia de un espectáculo pirotécnico. La belleza escénica de Ushuaia, dicen, se realzará con la lluvia de residuos incandescentes prohibidos. Los atletas, entre adrenalina y endorfinas, apreciarán el toque 'especial' de la contaminación ambiental.
El sarcasmo, al parecer, es el único combustible que funciona en esta ciudad.